El constructor norteamericano General Motors prevé conservar las cuatro plantas alemanas de Opel en el marco de la reestructuración de su filial, según declaraciones el miércoles del director interino de sus actividades europeas, Nick Reilly.

La usina de Eisenach (este) es “muy competitiva” y seguirá siendo “importante” para Opel, afirmó Reilly.

La víspera, el responsable de General Motors ya había prometido la supervivencia de otras dos plantas amenazadas, las de Bochum y Kaiserslautern (oeste).

La sede de Opel, en Russelsheim, cerca de Francfort (oeste), nunca estuvo amenazada de cierre.

General Motors decidió recientemente conservar su filial europea en lugar de venderla, provocando el enojo del gobierno alemán que quería cederla al grupo canadiense Magna.

El constructor norteamericano ya ha dicho que prevé un plan de reestructuración de Opel con la supresión de unos 10.000 empleos sobre un total de 50.000 en Europa. También buscará reducir la producción entre un 20% y un 25%.