Aislado en el escenario internacional a raíz de la crisis nuclear, el presidente iraní Mahmud Ahmadinejad partió este domingo de Teherán rumbo a América Latina, donde visitará Brasil y Venezuela, países que apoyan su programa nuclear con fines pacíficos.

Antes, el jefe de Estado iraní hará una escala en Gambia y, durante su gira, visitará también Bolivia y, de regreso de Sudamérica, Senegal, indicó la presidencia iraní en su portal internet.

Desde su llegada al poder en 2005, Ahmadinejad ha puesto particular interés en las relaciones con los dirigentes latinoamericanos de izquierda.

Esas relaciones son incluso “fraternas” con el presidente venezolano Hugo Chávez, uno de los adversarios declarados de Estados Unidos.

Esta ofensiva diplomática en Latinoamérica inquieta tanto a Estados Unidos como a Israel, en medio de especulaciones respecto a la provisión posible de uranio para el programa nuclear iraní por parte de Bolivia y Venezuela.

Varios países occidentales acusan a Irán de tratar de dotarse del arma atómica so pretexto de actividades nucleares civiles, lo que Teherán desmiente.

Irán rechazó esta semana una propuesta internacional destinada a realizar en el extranjero parte del enriquecimiento del uranio iraní, lo que disiparía las dudas sobre sus ambiciones nucleares.

Mientras algunos países enarbolan la amenaza de sanciones, el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva aboga sistemáticamente por la opción diplomática.

Lula, que defiende el derecho de Irán de acceder a la energía nuclear pacífica, se declaró opuesto, en una entrevista con la AFP realizada en septiembre pasado, a que se apliquen nuevas sanciones contra Teherán.

El presidente brasileño hizo un paralelo entre las presiones a Irán y las sanciones tomadas en 2002-2003 por Estados Unidos contra el Irak de Saddam Hussein con la excusa del presunto arsenal iraquí de armas de destrucción masiva.

Candidato a un eventual puesto permanente en el Consejo de Seguridad de la ONU, Brasil se presenta como un mediador posible en esta crisis.

“No se construye la paz necesaria en Medio Oriente si no se conversa con todas las fuerzas políticas y religiosas”, dijo Lula el 11 de noviembre tras recibir a su homólogo israelí, Shimon Peres.

La cooperación en los dominios tecnológico, espacial y petrolero formará parte de los temas abordados por Ahmadinejad en Brasil.

“Irán y Brasil tienen una visión común de la situación en el mundo, y están dispuestos a desarrollar su cooperación”, dijo el domingo Ahmadinejad antes de iniciar su gira.

En La Paz, el presidente iraní firmará una serie de acuerdos bilaterales con su homólogo Evo Morales.

En Venezuela, la acogida de Ahmadinejad será particularmente calurosa, dada la amistad que lo une con Chávez. Los dos presidentes se reunieron en septiembre en Teherán.

“La colaboración entre las naciones revolucionarias, como Irán y Venezuela, es necesaria en el periodo actual”, declaró Ahmadinejad esta semana.

Para Chávez, la alianza estratégica con Irán es un desafío más a Estados Unidos.

Los tres países de América Latina que visitará Ahmadinejad constituyen “una potencia política, económica, comercial y cultural”, afirmó este domingo el presidente iraní.