La Corte Constitucional de la República Checa rechazó este martes un recurso sobre la incompatibilidad del Tratado de Lisboa de la Unión Europea con la ley fundamental checa, levantando de este modo el último obstáculo para la ratificación definitiva del texto.

Ahora sólo falta la firma del presidente checo Vaclav Klaus para que entre en vigor este tratado destinado a mejorar el funcionamiento de las instituciones de la UE ampliada a 27 miembros.

El Tratado de Lisboa debe ser ratificado por todos los países de la UE por referéndum o vía parlamentaria, la República Checa es el único miembro de la UE que aún no ha completado el proceso.

“El Tratado de Lisboa, en su conjunto, no está en contradicción con el orden constitucional checo” declaró en Brno (este) el presidente del máximo tribunal del país centroeuropeo, Pavel Rychetsky.

Al leer el fallo, Rychetsky dijo que “la propuesta de que la Corte Constitucional examine también la conformidad de los tratados de Maastricht y Rome (de la UE) con el orden constitucional es rechazada”.

Al mismo tiempo, Rychetsky denunció lo que a su entender fue un intento de transformar la Corte Constitucional checa en lugar de polémica incesante por parte de un grupo de senadores checos euroescépticos, responsables de este segundo recurso contra el Tratado de Lisboa.

La Corte Constitucional ya había rechazado en 2008 un primer recurso contra varios artículos del nuevo tratado europeo presentado por el mismo grupo de senadores.

“El último obstáculo ha sido superado. Ya nada nos impide finalizar la ratificación”, reaccionó el martes el primer ministro checo, Jan Fischer. En un comunicado, además subrayó haber recibido con satisfacción la decisión de la Corte Constitucional.

De su lado, Vaclav Klaus ya había hecho saber el viernes pasado que no plantearía más condiciones a la ratificación del Tratado de Lisboa, luego de que los líderes de la UE aceptasen acordar a Praga una derogación especial.

Como las ya acordadas a Gran Bretaña y Polonia, esta derogación concierne la Carta de Derechos Fundamentales, un documento que figura como anexo del tratado.

Según Klaus, la derogación obtenida por República Checa impedirá cualquier tipo de restitución de los bienes de los alemanes de los Sudetes confiscados tras la Segunda Guerra Mundial.

Unos 3 millones de alemanes de la región de los Sudetes fueron expulsados de Checoslovaquia en virtud de los decretos firmados en 1945 por el presidente checoslovaco de entonces, Edvard Benes, bajo la acusación colectiva de que colaboraron con los ocupantes nazis.

“La solución adoptada por los más altos dirigentes de la UE refuerza de manera fundamental la protección de la República Checa frente a un eventual cuestionamiento de los llamados decretos Benes, había indicado Klaus el viernes.

La administración presidencia checano no ha mencionado hasta el momento ninguna fecha para la firma del tratado por parte de Klaus.