Un negativo historial de trasplantes registra Los Ángeles en lo que va del año. A la fecha han muerto 2 menores que no respondieron a los esfuerzos médicos por mejorar sus condiciones de salud, mientras que otro joven espera el avance de su tratamiento.

Informe de Constanza Reyes de Radio Bío-Bío de Los Ángeles

Las historias de Néstor Muñoz y Diego Poblete tienen muchos capítulos en común. Con 13 años, ambos comenzaron su periplo por diversos centros de salud del país, con la esperanza de controlar sus enfermedades.

Néstor vivía en Huépil. Su familia esforzada y trabajadora, luchó hasta el último minuto por prolongar su vida sin éxito, sin embargo pese al costoso trasplante de células madres que se le practicó, falleció en mayo.

El caso del Diego es por todos sabido. Su cuerpo tampoco resistió el riñón que prometía sacarlo de la hepatitis fulminante que se anidó en su cuerpo, muy por el contrario, complicó aún más su situación, y terminó finalmente con su lucha.

Hoy es Miguel Morán quien espera que esta lamentable lista no se incremente con su deceso. Este joven universitario angelino padece aplasia medular y no pudo ser trasplantado porque ninguno de sus familiares era compatible.

Fue un también costoso medicamento llamado timoglobulina que vino a reemplazar la intervención y cuyo tratamiento hoy lo mantiene con un 70 probabilidades de vida.

Estos 3 casos, han dejado al descubierto la desgarradora lucha de sus protagonistas y familias, quien deben cargar con el dolor de perder a un ser querido.