El actual encargado de la Pastoral Juvenil y Vocacional de los Salesianos en Chile y excoordinador de Pastoral del Liceo San José, sacerdote Claudio Cartes, manifestó que “en Magallanes especialmente, hay aspectos que pueden influir en las decisiones de índoles vocacional religioso o sacerdotal.

Magallanes es una región que desde su descubrimiento ha tenido una masiva presencia de sacerdotes. La primera eucaristía que se realizó a orillas del Estrecho de Magallanes fue oficiada por el capellán de la nave capitana de Hernando de Magallanes, Pedro Valderrama.

En 1584 se levantaron los dos primeros templos a orillas del Estrecho, y durante 300 años se sembraron de cruces sus riberas.

Jurídicamente las tierras magallánicas dependían del obispado de Ancud, y fueron frailes franciscanos procedentes de Chiloé quienes por casi 4 décadas, como capellanes de la colonia, asumieron la sacrificada misión en medio de peligros, incomprensiones, soledad espiritual y penurias de toda índole.

Décadas mas tarde se establece la Prefectura Apostólica de la Patagonia Meridional, Tierra del Fuego e Islas Malvinas y se confía a la Congregación Salesiana, y en aquel entonces el fundador de dicha congregación Juan Bosco propone a José Fagnano, Prefecto Apostólico, asumiendo éste su ministerio en Punta Arenas el histórico 21 de julio de 1887.

Iniciando de esa manera aquel obispo un trabajo evangelizador y vocacional y bajo el lema del fundador, “civilizar evangelizando y evangelizar civilizando”, Monseñor Fagnano, en los 30 años de su gobierno pastoral, realizó una obra cuyos frutos son el sólido cimiento de la Iglesia de hoy en Magallanes, de esa manera Monseñor Fagnano en un territorio cuyos límites no se conocían, eran necesarios esfuerzos especiales para la extensión de la fe así fue como lo hizo.

Su misión fue organizar la Iglesia, darle forma, crear parroquias, colegios, formar sacerdotes propios, buscar congregaciones religiosas y llegar a todos los rincones con el mensaje evangélico, llegando a tener a mas de 80 religiosos en toda la región.

En 1949, se hace cargo de la Diócesis el recién consagrado obispo Vladimiro Boric Crnosija, también magallánico, quien casi por 25 años guió los destinos espirituales de su grey, hasta su muerte en 1973, el entonces obispo de Magallanes, contaba con una iglesia con una gran cantidad de sacerdotes propios y de la congregación salesiana con un numero a aproximado de mas de 60 sacerdotes en toda la región, un gran numero de ellos pertenecientes a la congregación salesiana y otro tanto perteneciente a la diócesis.

En 1974 asume como nuevo obispo el sacerdote salesiano Tomás González Morales. Un Pastor para quien el Evangelio y Cultura no pueden estar separados lo cual lo mantiene en una permanente búsqueda de respuestas a los desafíos del hombre, sacerdote recordado como obispo de una Iglesia que quiere golpear todas las puertas para anunciar a todos los magallánicos que tienen una Iglesia que los sirve, hoy como ayer y como siempre, quien en tiempos difíciles de la iglesia de Magallanes luchó por evangelizar y golpeo las puertas de centenares de familias y se las jugo por las vocaciones religiosas enviando a un sin número de jóvenes a los diferentes seminarios existentes.

La realidad hoy

En 2006 asume la diócesis de Magallanes el actual obispo Monseñor Bernardo Bastres, quien le ha tocado lidiar con diferentes dificultades dentro de la iglesia diocesana, pero que día a día siguen trabajando para ir en busca de vocaciones, trabajo que ha sido dificultoso.

Hace 30 años una gran cantidad de jóvenes magallánicos decidía dedicarse a la vida religiosa, sin embargo ese número fue decayendo cada día. Actualmente la diócesis de Magallanes cuenta sólo con un joven en formación, mientras que los Salesianos, quienes han sido grandes propulsores de vocaciones en la región, hoy no cuentan con ninguna vocación en formación que pertenezca a la zona.

El actual encargado de la Pastoral Juvenil y Vocacional de los Salesianos en Chile, y, ex coordinador de Pastoral del Liceo San José, sacerdote Claudio Cartes manifestó que “en Magallanes especialmente, hay aspectos que pueden influir en las decisiones de índoles vocacional religioso o sacerdotal, sin que sean absolutas: el fuerte apego familiar, las mismas distancias existentes, siempre que la formación es en Santiago u otras diócesis del país, puede influir especialmente luego en la deserción del camino vocacional; pero además está el hecho de la creciente ausencia de valores religiosos en la vida social y cultural”.