Tras la decisión de sumarse a la gratuidad, desde la casa de estudios indicaron que invertirán un monto para dar becas a los alumnos vulnerables.

De acuerdo a lo señalado por el diario El Mercurio, la decisión fue analizada el pasado jueves, luego de una reunión con el jefe de la División de Educación Superior del Mineduc, Francisco Martínez.

El rector del plantel, Andrés Benítez, indicó que el arancel regulado -la suma de recursos que el Estado les entregará a las Ues por cada alumno beneficiado- “habría sido la mitad de nuestro arancel real, lo que generaría un déficit de $1.200 millones a la universidad“.

La U. Adolfo Ibáñez es uno de los ocho planteles privados fuera del Consejo de Rectores (CRUCh) que podía acceder a este beneficio, y que tienen hasta este domingo para informar al Mineduc si desean pertenecer al sistema de gratuidad.

Según informa El Mercurio, esta decisión deja sin gratuidad a más de 600 estudiantes, quienes recibirían becas, sin embargo, el rector aseguró que “vamos a invertir un monto incluso superior al de la eventual brecha para dar becas a esos alumnos”.

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Así, los jóvenes de los cinco primeros deciles de la universidad tendrán un subsidio del 50% de su arancel, lo que también favorecerá a los nuevos estudiantes de 2016.

¿Qué pasa con la U. Mayor

En el caso de la U. Mayor, pese a que cumple con los requisitos, dejaría de percibir ingresos por $7.901.000.000 sólo durante 2016 si se suma a la gratuidad. Por esta razón es que decidieron no formar parte de la gratuidad, según indicó el rector de la U. Mayor Rubén Covarrubias.

En una carta dirigida a la comunidad de la U. Mayor, señala que “Pese a que en la Universidad Mayor existía la disposición a ingresar a la gratuidad, resulta inviable hacerlo sin contar con el apoyo financiero que el Estado sí otorgará a otras universidades. Hacerlo pondría en riesgo nuestro proyecto educativo”, sentenció aludiendo a los fondos basales que percibirán las universidades del Estado.

El rector añade que “adoptar decisiones tan trascendentes como la que se nos pide en estas circunstancias, con escaso tiempo de reacción y altas dosis de incertidumbre en la información específica, nos impone una cuota adicional de responsabilidad de cara a los más de 22 mil jóvenes que en la actualidad forman su futuro profesional en nuestras aulas”.