La desaprobación a la gestión de la Presidenta alcanza en julio el 70%, el nivel de desaprobación más alto que haya registrado la serie de evaluación presidencial, iniciada en 2006.

En julio se profundiza el distanciamiento del gobierno con la ciudadanía que se ha venido observando en los últimos 12 meses, pero que se ha agudizado desde comienzos del presente año, señala la encuesta Adimark.

Durante este mes, se redujeron las proyecciones de crecimiento del país para éste y el próximo año, al tiempo que el Gobierno reconoció dificultades para llevar a cabo sus principales reformas por efecto de la desaceleración económica y llamó a un “realismo sin renuncia” que no parece haber logrado disminuir la incertidumbre de diversos sectores.

Hacia fines del mes, finalizó un paro de profesores que se prolongó por 57 días mientras se discutía la reforma de carrera docente. La reforma laboral, por su parte, continuó generando un agitado debate, mientras la delincuencia mostró signos preocupantes en términos de frecuencia y violencia.

En este contexto, la Presidenta obtuvo en julio un inédito 70% desaprobación, la más alta nunca observada en 9 años de mediciones comparables. Su aprobación (26%), iguala la más baja aprobación registrada en la misma serie. Así, los datos dan cuenta de un estado de desafecto y tensión social rara vez observados en nuestra historia reciente.

A mediano plazo, la ciudadanía muestra un marcado nivel de escepticismo respecto al avance que se habrá logrado al finalizar el presente gobierno; esto, tanto en términos de reducir la desigualdad como de recuperar el crecimiento económico. Así, por primera vez, quienes dicen identificarse con la “Oposición” al gobierno (34%) superan a los que se identifican con él (32%).

Un descenso general

La evaluación del Gobierno, distinto a la Presidenta, vuelve a romper una barrera en la serie histórica, marcando un 21% de aprobación, 5 puntos menos que la aprobación presidencial, y una desaprobación de 75%.

Mientras tanto todos los atributos de la Presidenta continúan con evaluación más negativa que positiva. Los atributos que más se deterioraron durante julio, fueron “Es respetada por los chilenos” que descendió 5 puntos y “Es creíble” con una baja de 4 puntos.

En lo que respecta a las áreas de gestión, hubo bajas en la evaluación del área “Economía” y “Empleo”, con caídas de en 8 y 5 puntos respectivamente. Así, ambas áreas de gestión alcanzaron su peor evaluación en lo que va del actual gobierno.

Lo anterior es consistente con las bajas proyecciones de crecimiento, las declaraciones del mismo gobierno respecto a la viabilidad de ciertas reformas y también con otros estudios que reflejan el pesimismo de los consumidores.

En lo que respecta al área “Educación” se mantiene entre los niveles más bajos de aprobación de toda la gestión, consistente con el contexto del paro docente de casi dos meses. La nueva ministra de educación Adriana Delpiano, hereda no sólo un área convulsionada sino también una de las peores evaluaciones del gabinete.

“Delincuencia” fue un área compleja en julio y la gestión gubernamental del tema alcanza su peor evaluación del mandato y, entre todos los temas, resultó ser el área peor evaluada con sólo un 9% de aprobación y un inédito 89% de desaprobación.