Una visita sorpresa al Hospital de Antofagasta realizó esta semana la diputada por la zona, Marcela Hernando (PRSD), quien acompañada por el presidente del Colegio Médico, Aliro Bolados, revisó las deficientes condiciones en las que se encuentra el recinto.

En la visita a las inmediaciones del centro asistencial, Hernando verificó problemas sanitarios en la unidad de Urgencia, además de la clausura de varias salas de Radiología por filtraciones de radiación producto de fallas en el aislamiento con placas de plomo, lo que afecta a pacientes y por sobre todo a trabajadores, quienes lidian además con el ingreso de ratones.

“En el segundo piso, en Pensionado, siguen habiendo salas con alerta roja, lo que implica que hay gente con Clostridium Difficile (…). No es muy confiable la respuesta que me dieron respecto de que el brote estaría controlado y tampoco la cantidad de pacientes que fueron suspendidos de sus cirugías”, comentó la parlamentaria, que integra la Comisión de Salud de la Cámara Baja.

La representante de la región del norte aseguró haber obtenido un informe interno de prevención de riesgos del hospital, que confirma la exposición a radiación hasta en 180 veces sobre la norma para los usuarios de la sala N° 5 de Imagenología, y 22 veces superior a la norma en la N° 1.

Lo anterior motivó un oficio a la Seremi de Salud, donde se pidió una fiscalización que incluyera un historial dosimétrico de cada uno de los trabajadores expuestos a radiación de rayos X. No obstante, constató la falta de utilización de los dosímetros personales, “que sirven para medir si las dosis de radiación recibidas por el personal están dentro o fuera de los límites establecidos como seguros en la ley”.

“No es posible proteger la salud de los trabajadores si no están esos registros”, acusó.

La parlamentaria corroboró además el funcionamiento de un solo baño habilitado para pacientes y funcionarios en el servicio, así como hacinamiento de personal en las áreas de residencia, lo que implica que no hay separación por género ni un mínimo espacio personal.

“Muchas veces se critica la forma de atender del personal pero ellos son tremendamente sacrificados. No tienen espacio donde comerse un sándwich, tomarse un té (…). Comparten con la basura en la misma sala, que no es retirada por tres o cuatro días, cosa que me impresionó en la sala de médicos del servicio de Urgencia“, relató.

Por lo anterior, Hernando reiteró su llamado a la dirección del hospital a mantener un flujo transparente de comunicación, recordando que si el recinto reconoce sus problemáticas “puede aprovechar la oportunidad para solicitar los recursos y poder corregir lo que está funcionando mal en vez de tapar las cosas”.

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