En medio de las optimistas cifras de reconstrucción del gobierno, hay otras realidades, como las que enfrentan cinco familias de Talcahuano que, en febrero de 2010, al igual que otras cientos de personas, vieron como sus ligeras construcciones de allegados quedaron destruidas tras el paso del tsunami por la costa del Bío Bío.

Como otras 90 familias también fueron albergadas en la aldea Las Salinas, una de las más grandes en la comuna puerto, e igualmente iniciaron el proceso largo para recibir departamentos en el Condominio Remodelación El Morro, a semanas de concluir el mandato del presidente Sebastián Piñera.

El sueño se cumplió para muchas, pero no para Romina Chocano y sus tres hijos.

La historia se repite en otros cuatro casos, uno de ellos, protagonizado por Sonia Guajardo, que acusa malas prácticas de una dirigenta en la entrega de las casas, producto de lo que en 48 horas más quedará en la calle.

Desde el municipio les habrían dado plazo hasta este viernes para abandonar las mediaguas que las acogieron por cuatro años, muchas veces con el aguante propio de quien confía en que terminado el proceso, optará a una vivienda tal como hicieron otros.

Sin agua y sin luz, con máquinas removiendo escombros a metros de sus viviendas de emergencias, esperarán el plazo atentas a algún gesto de las autoridades que permita echar pie atrás a la orden hasta encontrar donde vivir.