La Contraloría General de la República en el Bío Bío se asentó en el municipio de Hualpén. Esto, tras una denuncia de los mismos funcionarios por la permanencia en el sillón municipal -y más aún en la toma de decisiones- del ex alcalde Marcelo Rivera por sobre la alcaldesa titular Fabiola Lagos. La jefa comunal, amiga de Rivera, podría incurrir en notable abandono de deberes.

Por si fuera poco, en Hualpén no terminan los conflictos internos, pese a un juicio que mantiene acusados por delitos de corrupción a siete funcionarios municipales incluido el ex alcalde y su hijo Miguel Rivera.

Las anomalías internas no dejan de registrarse en la corporación, según sus funcionarios, que llevaron incluso denuncias a Contraloría. Esta entidad se estableció con oficina en la municipalidad hualpenina, con inspector y toma de declaraciones incluida, para develar qué sucede realmente dentro de las instalaciones que otrora gobernaba el clan Rivera.

A esto se suma el revés para el ex alcalde que destituyó al director de control, tras el inicio de la investigación en su contra que actualmente se debate en un juicio. Ricardo Parra deberá ser reintegrado según determinó la Corte Suprema, pero el ambiente no es de lo mejores para su regreso.

Katherine Torres, concejal PPD pero disidente a la gestión Rivera, aplaudió el dictamen.

La misma concejal dio cuenta de la intervención de Contraloría por la presencia permanente de Rivera como el poder tras las sombras de una gestión que en la práctica debiera materializar la actual alcaldesa Fabiola Lagos, sin embargo no sucede así.

Y lo confirma Carlos Narváez, presidente de una de las asociaciones de funcionarios de la Municipalidad, organización que solicitó el trabajo de Contraloría en el lugar.

Si bien Marcelo Rivera permanece con la cautelar de arresto domiciliario nocturno en parcela de Yumbel, las declaraciones de los funcionarios y dirigentes sociales ante el órgano contralor apuntan a que durante el día goza de su antiguo escritorio, dirige reuniones, encabeza audiencias y da órdenes. Todo parte de una nueva indagatoria que pone en entredicho una vez más al municipio hualpenino.