El vocero de los soldados sobrevivientes de la Tragedia de Antuco, Rodrigo Morales, advirtió que a medida se pasan los años se acentúan los problemas físicos de quienes salvaron de la muerte en la fatídica marcha de mayo de 2005, que costó la vida de 45 conscriptos.

Las molestias físicas se concentran principalmente en las articulaciones, específicamente en las rodillas.

Pese a que la mayoría promedia edades entre los 26 y 27 años, varios de los ex conscriptos han debido ser sometidos a intervenciones quirúrgicas o están bajo tratamiento médico, con un pronóstico poco favorable.

Morales recordó que la marcha se dio bajo las peores condiciones imaginables. Sin la indumentaria adecuada, cruzaron un río de aguas gélidas para luego enfrentar, por horas, una implacable tormenta de viento blanco, avanzando dificultosamente sobre nieve blanda y bajo temperaturas extremas, que llegaron hasta los 25 grados bajo cero.

La consecuencia, según el dirigente, es que prácticamente la totalidad de quienes participaron en la marcha tiene dolencias articulares, algunas muy severas, las cuales se han acentuado con el paso del tiempo.

El vocero recordó las promesas gubernamentales para contar con atención médica, las cuales no se han cumplido.

Aunque la justicia ordenó el pago de una indemnización de 10 millones de pesos para un grupo de 27 ex soldados sobrevivientes, el joven insistió en que el monto no compensa todos los efectos sufridos por quienes debieron enfrentarse a la muerte.

Cabe recordar que uno de los ex soldados sobrevivientes, Alonso Cifuentes, se encuentra grave tras sufrir un problema médico a nivel sanguíneo. El joven fue derivado en los últimos días al Hospital Militar de Santiago para continuar con su tratamiento.