A las audiencias del juicio oral contra Recaredo Gálvez han llegado, además de familiares y amigos del acusado, extranjeros que han sido presentados por el presidente de la FEC como observadores del procedimiento.

Los profesionales europeos expresaron que su interés es conocer el caso, esperando que el establecimiento de la responsabilidad del imputado sea a través de las pruebas y no en su pensamiento político.

En su alegato de apertura, el fiscal Paolo Muñoz insistió en el interés de Gálvez en la filosofía marxista, expresado en tuits escritos por él en los cuales se quejaba de la inexistencia de libros sobre ese tema en las tiendas de Concepción.

Ese aspecto, al parecer, llamó la atención de los extranjeros presentes en las audiencias, entre ellos la filósofa francesa Marie Claire Calos-Tschopp y el abogado suizo Cristopher Tafelmacher.

Ambos participan en un coloquio internacional sobre derechos humanos que se desarrolla en la Universidad de Concepción, y en el cual Gálvez informó de su caso, en el marco de la golpiza de que fue blanco por parte de Carabineros tras su detención en 2011.

Más que observadora, la profesional gala dijo que buscaba ser testigo de un procedimiento justamente relativo al tema que se debate en el encuentro universitario.

Por su parte, el jurista suizo, que se mostró esperanzado en un juicio ajustado a derecho, sí reconoció nexos con algunas ONG a las que entregaría antecedentes del caso de Recaredo Gálvez.

El dirigente de la FEC fue detenido en junio de 2011 durante una protesta en el marco de la movilización estudiantil de ese año, acusado de atacar a personal de Carabineros con una bomba molotov. Por esos delitos, en caso de ser encontrado culpable, Gálvez enfrenta penas superiores a los 3 años de cárcel.