El presidente de Ecuador, Rafael Correa, arribó este jueves a Chile para una visita de dos días que inició con un recorrido por una mina de cobre, una reunión con el presidente Sebastián Piñera y la inauguración de la Feria del Libro de Santiago.
Ambos mandatarios encabezaron la apertura de la XXXII Feria Internacional del Libro de Santiago, que tiene este año a Ecuador como invitado especial, país que aportará 25 narradores y poetas a los más de 300 exponentes que tiene la feria.
En la oportunidad, el Jefe de Estado ecuatoriano brindó un discurso marcado por el recordatorio de la historia de nuestro país en el mundo de las letras y el arte, dedicando palabras a Pablo Neruda y Gabriela Mistral, como también en los atractivos turísticos que tiene tanto Chile como Ecuador.
Además, Correa hizo mención al apoyo de ese país para las personas que fueron exiliados durante la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El presidente Piñera, por su parte, destacó en su alocución las buenas relaciones entre Ecuador y Chile, destacando los acuerdos económicos entre ambas naciones.
El viernes, en tanto, Correa abrirá la jornada con un desayuno con la Sociedad de Fomento Fabril (Sofofa), al que asistirán 50 empresarios. La Sofofa agrupa cerca de 2.500 compañías, 39 asociaciones sectoriales y 8 gremios empresariales, que en conjunto representan el 30% del PIB.
Más tarde, Correa tiene previsto dictar una Conferencia Magistral en la sede de la Comisión Económica para América Latina (Cepal) bajo el tema “Desafíos de América Latina” y colocar una ofrenda floral en la tumba del expresidente socialista, Salvador Allende.
Por la tarde, Correa volverá a la Feria del Libro -que se desarrolla en el centro cultural Estación Mapocho-, para presentar primero el libro “La vida (buena) como riqueza de los pueblos”, de René Ramírez, y luego el texto de su autoría “Ecuador: de Banana Republic a la No República”.
Según datos oficiales, Chile mantuvo en 2011 un intercambio comercial con Ecuador de 1.868 millones de dólares, un 43,6% más que en 2010, de los cuales 563 millones de dólares fueron exportaciones y 1.305 millones de dólares importaciones.
Paralelamente, Chile y Ecuador suscribieron en julio un acta en la que expresaron su coincidencia sobre la vigencia, alcances y contenidos de la Declaración de Zona Marítima de 1952 y el Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954, documentos suscritos por ambos países y por Perú.
Perú denunció a Chile ante la Corte Internacional de La Haya en 2008, reclamando 67.000 km2 de mar territorial, al considerar que los límites entre ambos países no están delimitados. Santiago, por su parte, alega que los documentos firmados en 1952 y 1954, también suscritos por Ecuador, son tratados de límites vigentes, y Lima los considera sólo acuerdos pesqueros.
