Desde que aterrizara exitosamente sobre la superficie marciana durante la madrugada del lunes, el mundo ha esperado con expectación los datos que el explorador de la NASA pueda enviar de regreso a la Tierra.

No es para menos. El Curiosity es un verdadero “monstruo” de las ciencias, un laboratorio científico móvil del tamaño de una camioneta, dotado con 17 cámaras, además de sistemas para realizar pruebas químicas e incluso una pequeña estación meteorológica.

Sin embargo, con tanta tecnología de punta, muchas personas han comenzado a preguntarse por qué las imágenes enviadas hasta ahora por el rover son de tan mala calidad. En efecto, las fotografías divulgadas por la NASA no sólo son pequeñas -algunas de apenas 64×64 pixeles- sino en blanco y negro, provocando la desilusión de quienes esperaban apreciar en detalle la superficie del planeta rojo.

La explicación, empero, es muy simple: las primeras imágenes enviadas por Curiosity a la Tierra fueron tomadas por 4 cámaras en blanco y negro llamadas Hazcams, acrónimo en inglés de “Cámaras para evitar riesgos”.

Estas no pretenden realizar capturas del paisaje, sino advertir al vehículo sobre posibles obstáculos que encuentre en su camino, por lo que permanecen apuntadas hacia sus ruedas, indica la NASA.

Pero aún utilizando tecnología de avanzada, la transmisión de datos desde Marte es una labor compleja debido a la distancia y la gran cantidad de interferencia que afecta las comunicaciones. Consideremos que cualquier señal enviada a nuestro planeta tarda 14 minutos en llegar, sólo por los 54 millones de kilómetros que debe recorrer. Y eso cuando ambas esferas están más próximas.

Y aún existe una razón más: según explica Gizmodo, los ingenieros de la NASA cubrieron cada lente del explorador con protectores transparentes, para evitar que se dañaran durante el peligroso proceso de aterrizaje. Estos protectores serán eliminados dentro de unos días, cuando haya certeza de que nada alrededor dañará el preciado instrumental, pero en el intertanto contribuyen a degradar las imágenes.

Por todo esto, el obtener imágenes a color de alta resolución puede ser un proceso tortuoso, pero que bien valdrá la pena la espera cuando el Curiosity despliegue sus dispositivos más avanzados, sobre todo su MastCam, o “Cámara Maestra”, la que enviará tomas de 1600×1200 pixeles, con sensores especiales para captar los verdaderos colores de Marte.

Ahora, sólo resta esperar.