Paraguay no debería ser suspendido de la Organización de Estados Americanos (OEA) a pesar de la destitución del presidente Fernando Lugo, declaró este miércoles la secretaria de Estado adjunta para América Latina, Roberta Jacobson.

La crisis provocada por la destitución de Lugo debe ser un motivo para unir a la región en lugar de dividirla, dijo Jacobson a periodistas, en el primer pronunciamiento explícito del gobierno estadounidense sobre el caso.

En el encuentro con corresponsales, Jacobson negó también que su país quiera establecer una base militar en el país sudamericano.

Lugo fue destituido en una sesión extraordinaria del Congreso paraguayo el 22 de junio, y hasta ahora el gobierno estadounidense se había mantenido en una posición prudente, a la espera de que la OEA examinara el asunto.

“En este momento no parece realmente haber una razón para suspender a Paraguay de la OEA”, declaró Jacobson a los periodistas.

El secretario general de la organización regional, José Miguel Insulza, que viajó a Paraguay la semana pasada, también se expresó en contra de suspender a Paraguay tras un controvertido debate en la sede del organismo en Washington.

Los miembros de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y del Mercosur decidieron en cambio apartar al nuevo gobierno paraguayo como represalia por lo que algunos mandatarios de la región consideran un golpe de Estado.

“Veo a Paraguay como una forma de unirnos como región, para apoyar a la democracia paraguaya, no como un tema que exacerbe las divisiones”, enfatizó Jacobson.

Insulza propuso a los representantes permanentes de los 34 países de la OEA una misión que monitoree la situación en Paraguay y la organización se reunirá en los próximos días para debatir esa propuesta y decidir si toma alguna decisión sobre Paraguay.

Brasil alertó este miércoles que esa era una simple propuesta de Insulza, no una posición definitiva del conjunto de la OEA.

“La noción de que la OEA siga comprometida con una misión es muy positiva”, dijo Jacobson.

Medios locales paraguayos habían citado a un diputado sobre la posibilidad de que Estados Unidos instale una base militar a unos 250 km de la frontera boliviana.

“No tenemos ningún interés en promover una base o presencia militar más allá de nuestra relación normal con Paraguay en temas antinarcóticos”, dijo Jacobson.