Cuba acusó el sábado a Estados Unidos de amparar a Luis Posada Carriles, tras calificar de una “desvergüenza” y un “insulto” el juicio en que el ex agente cubano de la CIA fue absuelto de todos los cargos por perjurio y fraude migratorio.

“Culminó la farsa (…). Se trata de una demostración adicional del apoyo y amparo que históricamente le han brindado las autoridades norteamericanas”, afirmó la cancillería en una nota publicada en el sitio Cubadebate.cu.

El juicio “por haber mentido en un proceso migratorio y no por terrorista, es un insulto al pueblo de Cuba y a las familias enlutadas por las acciones de Posada”, subrayó.

El proceso judicial concluyó el viernes y fue celebrado durante tres meses en El Paso, Texas.

“La desvergüenza ocurrida en El Paso es totalmente contradictoria con la política antiterrorista que dice profesar el gobierno de los Estados Unidos”, añadió la nota.

Posada, quien se fugó de una cárcel de Venezuela en 1985, es pedido en extradición por Caracas, que con La Habana exige sea llevado a los tribunales como autor intelectual de la voladura de un avión comercial en 1976, en el que murieron 73 personas.

Cuba lo acusa además de ser el cerebro de los atentados con bombas a hoteles cubanos en 1997, en los que murió un turista italiano, y de planear asesinatos contra Fidel Castro, como en la Cumbre Iberoamericana de Panamá en 2000, entre otros actos.

“Washington tiene en sus manos todas las pruebas de los crímenes de Posada, muchas de las cuales fueron presentadas en el juicio”, subrayó La Habana, al exigir a Estados Unidos juzgarlo por terrorismo o aceptar la extradición pedida por Venezuela.

Posada Carriles, de 83 años, fue juzgado por haber mentido en su audiencia de solicitud de asilo político en 2005 cuando negó su participación en los atentados en La Habana.

La cancillería dijo que “paradójicamente” cinco agentes cubanos están presos desde 1998 -condenados bajo cargos de espionaje- por “buscar información sobre las acciones de los terroristas de origen cubano que, como Posada Carriles, se pasean libre e impunemente por las calles de Miami”.

Cuba emplazó a Estados Unidos a asumir “sus obligaciones en la lucha contra el terrorismo, sin hipocresías ni dobles raseros”.