El potente sismo que sacudió el miércoles provincia aislada de Qinghai (noroeste de China) dejó 617 muertos y más de 9.000 heridos, anunció este jueves la televisión oficial.

Búsqueda de sobrevivientes | CCTV

Búsqueda de sobrevivientes | CCTV

El nuevo balance, proporcionado por CCTV al final de la mañana del jueves, casi 30 horas después del terremoto, sigue siendo provisional y actualiza un precedente balance de 589 decesos y 10.000 heridos anunciado la víspera.

Por otro lado, 313 personas se hallan en calidad de desaparecidas, precisó la televisión.

De los 9.110 heridos, 970 están en estado grave, agregó la CCTV, lo que, con el elevado número de desaparecidos, deja prever una clara agravación del balance de pérdidas humanas.

El del miércoles es el peor terremoto ocurrido en China desde el que, hace dos años, remeció la vecina provincia de Sichuan, dejando 87.000 muertos y desaparecidos.

Los equipos de rescate se afanaban este jueves en búsqueda de sobrevivientes del terremoto que la víspera mató a casi 600 personas y dejó al menos 10.000 heridos en la provincia de Qinghai (noroeste de China), informaron los medios de comunicación.

Miles de damnificados pasaron la noche a la intemperie en la prefectura de Yushu, con la temperatura por debajo de cero y bajo un vientos glacial, por lo que el balance podría empeorarse en esta pobre y aislada región de la meseta tibetana.

“Somos diez en mi familia y sólo cuatro de nosotros pudimos escapar”, dijo a la agencia oficial un habitante, Samdrup Gyatso, 17 años. “Uno de mis familiares murió, los otros están bajo los escombros”, puntualizó.

El presidente Hu Jintao, que se encuentra en el extranjero, instó a los socorristas a hacer todo lo posible para hallar sobrevivientes. Más de 5.000 rescatistas, incluidos 700 soldados, fueron enviados al terreno. Unas 900 personas fueron extraídas de los escombros el miércoles.

El gobierno chino anunció la noche del miércoles una partida de emergencia de casi 30 millones de dólares para ayudas.

“Veo heridos por todas partes. El mayor problema ahora es la falta de carpas, de equipos médicos, de medicinas y médicos”, declaró Zhuo Huaxia, portavoz del gobierno local de Yushu, al Global Times.

En la ciudad de Jiegu, más del 85% de los edificios quedaron destruidos, las carreteras están bloqueadas por avalanchas de tierra y las telecomunicaciones son difíciles en esta región montañosa de la cadena del Himalaya.