La meditación es una práctica milenaria que ha alcanzado gran popularidad por sus múltiples beneficios, entre los que destacan calmar la mente, reducir la ansiedad, el estrés, o incluso mejorar la calidad de vida.

En este contexto, la doctora en Psicología Lynn E. O’Connor, explicó en una columna del sitio especializado Psychology Today, cómo iniciar en la meditación de una forma sencilla.

Toma la decisión de practicar

“Primero debes tomar la decisión de meditar todos los días. Eso se llama ‘practicar’. Literalmente es ‘prestar atención’ o ser ‘consciente’. Como en todo lo demás, cuanto más practiques una habilidad, mejor será“, recomienda la especialista.

Asimismo, compara esta práctica con aprender a andar en bicicleta, conducir un auto o nadar. “Al principio te sientes incómodo, muy consciente de ti mismo, pero con el tiempo se vuelve automático. Esto es lo que sucede con la meditación”, asegura.

Para iniciar, la especialista aconseja planear sesiones cortas de solo 5 o 10 minutos. De este modo, si te resulta difícil hacerlo, aún así te gustará.

“Es mejor tener sesiones muy cortas, en vez de tener planes ambiciosos para meditaciones más largas, ya que podrías comenzar a odiarlo. Comienza despacio. También puedes probarlo más de una vez al día“, agrega.

Con respecto al momento ideal para meditar, la especialista recomienda hacerlo cuando despiertes. “A menudo se sugiere mantener la misma hora todos los días. Estas son solo sugerencias, pueden no ser adecuadas para ti“, recalca.

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Cómo iniciar

Intenta sentarte con la columna recta, en cualquier lugar donde te sientas cómodo, en una silla o en una almohada en el piso. “Concéntrate por unos momentos en tu cuerpo o en cualquier punto de tensión. Intente relajar tus músculos“, explica.

De este modo, comienza a enfocarte en tu respiración. “Imagina que tu respiración entra mientras inhalas, y sale cuando exhalas. Intenta concentrarte en eso”, complementa.

“Notarás que tu atención se desvía, algunos pensamientos, sentimientos o sonidos se alejan al concentrarte en tu respiración. No te preocupes cuando notes que tu mente va a la deriva por todo el lugar“, asegura.

El método

Cuando notes que tus pensamientos se alejan demasiado, lo primero que debes hacer, es “volver a cablear tu cerebro”, es decir, concentrarte en tu respiración. “Cuando te das cuenta que tu mente se ha desviado, es lo que se entiende por ser ‘consciente’“, agrega.

“A algunas personas les resulta útil ‘contar’ cada respiración completa. Así que inhala, luego exhala y mientras los haces, piensa ‘1’, luego ‘2’, etc. Tu respiración no tiene que ser forzada o profunda, la normal es perfecta”, explica.

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Otro truco que puede ser útil cuando te distraes, es pensar: “estoy inhalando” o “estoy exhalando”. “Poner esas palabras en tu meditación, hará que sea más fácil mantener el enfoque en tu respiración“, puntualiza.

Sin embargo, la especialista advierte que no debes hacer ningún esfuerzo por evitar tener pensamientos y sentimientos durante ese periodo de meditación. “Así es como funcionan nuestras mentes”, comenta.

“La idea es darse cuenta de estos pensamientos que lo han alejado de su enfoque, y luego volver a poner atención en la respiración”, enfatiza.

Cuando estés realmente familiarizado con esta técnica, puedes comenzar a preocuparte de tus pensamientos. “Ellos van y vienen todo el tiempo, más bien como nubes en el cielo. Practicándolo, verás cómo tu mente cambia, literalmente“, finaliza.