Dormir bien es una costumbre para algunos y un anhelo para otros, misma situación que se refleja a la hora de conciliar el sueño.

Por ello, no es extraño que quienes tengan algún tipo de dificultad en este aspecto reciban de vez en cuando una serie de consejos e incluso trucos para poder mejorar la calidad de su sueño.

No obstante, no todos son realmente efectivos y algunos incluso podrían afectar el real descanso de quienes decidan seguirlos.

Luis Espinoza, neurólogo de Clínica Somno enfocado en medicina del sueño, aclaró algunos de estos y sus implicancias para en el dormir.

Por ejemplo, sobre tomar leche antes de dormir, el especialista señaló que este alimento contiene el aminoácido triptófano que activa la producción de melatonina, lo que induce el sueño, haciendo que las personas se sientan más relajadas.

Sin embargo, esto no funciona en todas las personas, por lo que hay que hacer la prueba. Si se es intolerante a la lactosa, claramente se debe evitar.

Sobre beber alcohol, Espinoza detalló que si bien provoca somnolencia, afecta la calidad del sueño.

“Al consumir alcohol, aumentan las posibilidades de reflujo, ronquidos y hay mayor probabilidad de activar una apnea de sueño, lo cual puede traer consigo problemas cardiovasculares y respiratorios”, dijo.

En cuanto al deporte, el experto afirmó que si bien es una actividad positiva para el organismo, no se debe ocupar como catalizador del sueño.

“Es recomendable al comienzo del día o a media tarde, pues aumentan los niveles de adrenalina y la temperatura corporal lo que dificulta la conciliación del sueño”, aseveró.

Mitos

Sumado a lo anterior, Espinoza entregó su opinión acerca de algunos mitos que rodean el sueño.

En primer lugar, negó que el sueño se recupere. “El sueño se acumula, por eso aumentan las ganas de dormir prolongadamente, lo que genera un efecto negativo en el ánimo”, indicó.

Con ello pueden aumentar los problemas relacionados a la presión arterial e incluso puede disminuir la capacidad cognitiva.

Por lo mismo, dormir entre tres a cuatro horas en la semana para luego dormir diez durante el fin de semana no hace bien.

En segundo lugar, desmintió que las personas mayores necesiten dormir menos horas. “Falso. Las personas mayores tienen el sueño fragmentado, es decir, tienden a aumentar lo episodios de insomnio durante la noche lo que provoca varios despertares”, explicó Espinoza.

“Esto se debe al envejecimiento, lo que no significa que deban dormir menos. La recomendación es dormir entre seis a siete horas diarias”, detalló el experto.

En tercer lugar, el neurólogo desechó el postulado que sugiere que dormir siesta impida conciliar el sueño de noche, aunque se debe procurar hacerla de manera correcta.

“La siesta es recomendable siempre y cuando estés cansado, pero esta no debe superar los 30 minutos. Si duermes siesta de dos horas, claramente no podrás conciliar el sueño”, concluyó.

“Lo importante es entender que el sueño es fundamental para evitar enfermedades a largo plazo y mejorar nuestra calidad de vida, por lo que debemos trabajar diariamente nuestra higiene del sueño”, concluyó.