Debido a la compleja situación que se vive en Chile, no es de extrañar que algunas personas sufran Crisis de Pánico. Y es que en Chile, un 3% de la población ha vivido en algún momento de su vida uno de estos ataques.

Las crisis de pánico consisten en momentos de angustia repentinos caracterizados por síntomas como dolor en el pecho, aceleración cardíaca, falta de aire, sudor frío, desmayo y náuseas.

Según consignó hace un tiempo BioBioChile, el psicólogo de Centros Médicos Vidaintegra, Fernando Marchant, afirma que el paciente tiene la sensación de “perder el control, ahogarse o morir, lo cual genera desesperación e inquietud extrema”.

En la mayoría de los casos, estas sensaciones no son prolongadas y suelen durar minutos o incluso segundos. Además, este tipo de crisis pueden presentarse sólo una vez en la vida de la persona como un episodio específico o volverse recurrente.

Controlar el miedo

Es importante saber cómo actuar frente a una persona que está sufriendo una crisis de pánico. “Si el afectado se encuentra en un lugar con mucha gente, lo primero que hay que hacer es sacarlo de ahí y llevarlo a un espacio despejado”, advierte Fernando Marchant.

Además, el especialista entrega los siguientes consejos para considerar durante este tipo de episodios:

1. Respirar profundo.

2. Buscar lugares lejos de la multitud y aglomeraciones.

3. Concentrarse en la idea de que realmente nada sucederá, es sólo miedo, una sensación desagradable pero no dañina ni peligrosa.

4. Reconocer lo que le está pasando al cuerpo en ese momento y no concentrarse en el miedo.

5. Esperar y dejar que pase el temor, no luchar contra él.

6. Cuando esté listo para continuar con sus actividades, comience despacio, en un estado de relajación. No es necesario correr ni esforzarse.

Tratamientos

Para estos cuadros existen terapias farmacológicas que por lo general utilizan antidepresivos que regulan la serotonina en el cerebro, lo cual disminuye la frecuencia de las crisis. Lo anterior debe ser complementado por terapias psicológicas que ayudan al paciente a reconocer la raíz del problema y psicoterapia, que “entrega herramientas de afrontamiento positivo y reestructuración de pensamientos”, asevera el especialista.

Estos episodios se pueden controlar también con ansiolíticos, los cuales podrían generar un nivel de dependencia, por lo que es recomendable usarlos por un periodo corto de tiempo, bajo la supervisión de un médico y simultáneamente con otros medicamentos recetados.