Cuando buscas mejorar tu capacidad para recordar información o aprender una nueva habilidad, es probable que intentes tomar algún suplemento vitamínico o usar alguna técnica de meditación, o incluso escuches algún tipo de música para motivarte.

Sin embargo, la forma más simple de asegurar la efectividad de tu mente es hacer ejercicio, según un nuevo estudio publicado en la revista científica NeuroImage.

La investigación, liderada por el Dr. Fabiel Dal Maso, fue realizada en Canadá y buscaba entender porqué es que el cerebro funciona de manera más eficiente y proactiva luego de una sesión de ejercicio, algo que los doctores habían notado en estudios anteriores.

Para probar esto, los investigadores le dieron una tarea simple a sus voluntarios: mover un cursor en una pantalla utilizando un dinamómetro, un control especial que mide la fuerza y técnica de cada usuario. Luego de usarlo por 30 minutos, se le pidió a un grupo hacer un corto ejercicio de 15 minutos, y a otro simplemente se le dio un momento de descanso.

Pixabay | Pexels (CC0)
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Los científicos midieron la actividad cerebral de cada participante mientras realizaban estos ejercicios, para poder comparar más adelante.

Los resultados indican que las personas que utilizaron esos 15 minutos para hacer ejercicio fueron más veloces para adaptarse a las particularidades del control, aprendiendo a usarlo en menos tiempo que sus pares que tomaban descansos. Su actividad cerebral era más alta y rápida, según las mediciones, en comparación con quienes se mantenían en reposo.

La razón para estos resultados, según los doctores que participaron en el estudio, es que el ejercicio funciona como un botón de “reset” por así decirlo para tu mente.

“Debido a que las partes activas del cerebro son menos en las personas que hicieron ejercicio, los recursos neuronales disponibles pueden ser utilizados más rápido en otras tareas. El ejercicio simplemente libera espacio ocupado en tu mente para hacer y aprender otras cosas”, afirma el Dr. Fabien Dal Maso al escribir sus conclusiones.

Los investigadores también encontraron una relación entre la cantidad de sueño que los participantes recibían la noche anterior y su capacidad para aprender, aunque este es un aspecto que han decidido explorar en un estudio futuro, concentrándose por el momento en el efecto del ejercicio físico.

Esta nueva investigación podría llevar a la creación de nuevas formas de terapia para personas que necesitaron la amputación de una extremidad, o que han sufrido un derrame cerebral y deben aprender habilidades básicas nuevamente: 15 minutos de ejercicio antes de cada sesión de terapia podría hacer de su recuperación un proceso mucho más rápido y cómodo.