Si bien estos días pueden significar la celebración de muchos, para otros puede ser un día triste y lleno de melancolía. Sin embargo, existen algunos consejos para sobrellevar este tipo de días especiales.

Si bien para muchos el Día de la Madre significa obsequios y salidas con quienes nos dieron la vida, esta fiesta puede ser difícil de sobrellevar para quienes vieron partir a su mamá, siendo uno de los huecos más dolorosos para cientos de hijos aún en duelo.

Y es que no importa la edad que tengas, el duelo por una madre es difícil, y el extrañarla en esta fecha es algo normal. Entre miles de eventos y postales de madres e hijos sonrientes, flores, canciones y chocolates, nace entonces una duda: ¿Qué hacer cuando mamá ya no está?

La sensación puede aparecer tanto para quienes ya llevan un tiempo sin sus seres queridos como para quienes todavía es un hecho presente, porque estos eventos es en donde más se recuerdan, por lo que puede causar melancolía e incluso algún tipo de malestar.

Al respecto, el doctor Mauricio Droguett, psiquiatra de Clínica Las Condes, asegura que “el duelo es un proceso normal y natural por el que casi con total seguridad todos pasaremos en algún momento de nuestras vidas”.

“Es importante conocer las manifestaciones normales del mismo y ser prudentes en su interpretación, pues de lo contrario podemos caer en el error de considerar patológicas manifestaciones completamente naturales y adaptativas en este proceso”, menciona.

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Así, el especialista aconseja reconocer que la ausencia de una madre fallecida puede generar sentimientos de tristeza, pero que también es necesario recordar aquellas vivencias junto al ser querido que trajo alegrías, dando un sabor menos amargo a todo el proceso.

De acuerdo al doctor, todo es mejor si se comparte con otros, ya que ayudará a “continuar con la vida a pesar del dolor de la pérdida”.

“Puede ayudar a sobrellevar estas fechas el reunirse con familiares o amigos a conmemorar la ocasión, recordar a la madre fallecida, destacando los momentos gratos que se compartieron, más que lamentar su ausencia”, explica.

Asimismo, recomienda que cada familia busque su propia forma de conmemorar a la madre que ya partió, asegurando que no existe una actividad específica que se pueda recomendar, sino que cada grupo debe encontrar aquella tradición o costumbre que les haga sentido.

Ante un duelo que pareciera no dejar a los hijos, Droguett recomienda además cuatro tareas que ocurren a lo largo de este:

  • Aceptar la realidad de la pérdida.
  • Trabajar las emociones y el dolor: no negarse a conmemorar esta fecha o a reunirse con la familia. Se recomienda reconocer la tristeza que pueda generar la ausencia, compartir ese sentimiento con aquellos seres queridos que también lo estén experimentando.
  • Adaptarse a un nuevo contexto: se sugiere incorporar la pérdida como parte de la vida y continuar con los roles personales que corresponda desempeñar.
  • Reubicar emocionalmente a la madre fallecida. Darle un espacio único y nuevo que les permita continuar.
  • Asimismo, la revista Elle también tiene unas recomendaciones para que este Día de la Madre sea un poco más llevadero. Entre sus propuestas se encuentra alejarte de las redes sociales, dedicar el día en hacer algo que pudieron haber hecho los dos, meditar, escribir un texto sobre mamá, entre otras ideas.

    De todas formas, es fundamental que, dentro de la montaña rusa de sentimientos que puede significar el duelo, se pueda contar con un ser querido, grupos de apoyo o bien, profesionales de la salud mental que puedan ayudar a sobrevivir con el proceso de duelo.