La caída del cabello puede estar sujeto a diferentes razones como el estrés, embarazo, el proceso de envejecimiento, la genética, la pérdida y el aumento de peso constantes, los desbalances hormonales y en la mayoría de los casos puede ser algo transitorio.

Algunas razones pueden ser muy comunes y con soluciones más complejas, se hecho, se estima que todos los días perdemos entre 50 y 100 cabellos diarios, lo cual es absolutamente normal. No obstante, hay otros casos en los cuales es necesaria la ayuda de un especialista.

“Es algo fisiológico. En el cuero cabelludo tenemos pelos en distintas fases: unos están creciendo, otros están estabilizados y otros se tienen que caer. No hay de qué preocuparse”, señala Leyre Aguado, dermatóloga de la Clínica Universidad de Navarra a BBC Mundo.

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“La caída estacional es más intensa durante el lavado del cabello o el cepillado diario. En la mayoría de las patologías que cursan con caída de pelo, ésta es lenta y continua, no existen momentos concretos con más caída ni situaciones que la favorezcan”, explica la dermatóloga Cristina de Hoyos a la revista Vogue.

Sin embargo, ambos especialistas concluyen que una pérdida de pelo excesiva y mantenida durante el tiempo o ante el adelgazamiento del cabello, es recomendable asistir al dermatólogo.

Factores que influyen en la caída del cabello

Los expertos están notando un aumento de caída del cabello en personas jóvenes entre los 20 y 35 años. “Esta pérdida se ha relacionado con momentos puntuales de estrés, provocado por ejemplo por situaciones como la selectividad o los años de estudios universitarios, en los que curiosamente los pacientes dicen haber notado una pérdida de volumen, una mayor caída y un prematuro comienzo de la expresión de la alopecia androgénica“, explican desde clínica MC360 a la revista Women’s Health.

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No obstante, la alimentación también es importante para mantener un cabello sano, debido a que el periodo de juventud “suele ser una época de mayor desorden alimenticio, de mayor incidencia deportiva y mayor consumo de oligoelementos que pueden llevar a producir disminución del grosor del tallo por falta de los nutrientes necesarios en la unidad folicular”, indican los especialistas.

A continuación te dejamos algunas razones de por qué se genera pérdida del pelo y sus posibles soluciones:

1. Coronavirus, te hayas contagiado o no:

Dentro de la larga lista de efectos secundarios que puede dejar la infección por Covid-19, la pérdida de cabello es una de ellas. Pero no hace falta haberte contagiado para notar estas consecuencias: la situación de estrés que ha generado la pandemia ha influido en muchas personas, a veces sin siquiera ser conscientes de ello.

“El estrés psicológico o físico provocado por la enfermedad puede provocar una caída de cabello derivada del aumento del cortisol, que disminuye la absorción de nutrientes y agua necesarios para una buena salud capilar“, explica a la revista antes mencionada el doctor Javier Pedraz.

El estrés puede venir derivado de múltiples causas, muchas de ellas difíciles de identificar, pero lo que sí se ha demostrado es que una de sus consecuencias es la pérdida del cabello.

2. Estás embarazada o lo estuviste recientemente:

Los cambios hormonales que se producen a lo largo del embarazo provocan que algunas mujeres pierdan pelo. El post embarazo también es una causa y se debe a un descenso brusco de las hormonas, por lo que el cabello se vuelve más quebradizo, frágil, con menor grosor y sin brillo.

Sin embargo, en este caso el pelo tiende a volver a crecer fuerte y sano pasados unos meses, cuando los niveles de hormonas en el cuerpo vuelven a su normalidad. Pero mientras tanto es importante cuidar la alimentación y la hidratación para prevenir un daño mayor.

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3. Es culpa de la tintura o tratamientos de alisado:

Los productos agresivos con el pelo o las herramientas que utilizamos para peinarlo pueden dañar el cabello. “Sobre todo si se siguen utilizando estos tintes y estas herramientas de peinado sobre un cabello ya frito“, dice Anabel Kingsley. tricóloga y experta en cuero cabelludo.

Esto puede hacer que el cabello se rompa. “El signo revelador de este tipo de daño es encontrar trozos de cabello a los que les falta el bulbo (la raíz) y que no son tan largos como los demás mechones”, agrega Kingsley.

En este caso la solución comienza por recuperar primero el cabello a base de productos hidratantes o tratamientos en peluquerías si fuesen necesarios. También seria conveniente dejar de utilizar planchas de pelo durante un tiempo y, una vez recuperado el pelo, si se desea volver a teñir, hacerlo siempre con productos naturales que sean lo menos agresivo para el cabello, procurando no teñir la raíz.

4. Altos niveles de estrés:

Un buen ejemplo de ello es la alopecia areata, que aparece cuando la persona está atravesando por altos niveles de estrés, dejando grandes partes del cuero cabelludo sin pelo.

En un principio este tipo de caída es temporal y el pelo vuelve a crecer cuando desaparece el estrés. Pero hay que tener en cuenta que a pesar de que la caída se produce de forma inmediata, la recuperación del cabello es bastante más lenta, pudiendo tardar de tres a cuatro meses.

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De acuerdo con Harvard Health Publications, revista de la escuela de Medicina de la Universidad de Harvard, señala que la pérdida del cabello también se puede deber a un efecto secundario del consumo de un fármaco, síntoma de alguna enfermedad como lupus, sífilis, algún desorden relacionado con la tiroides o incluso, deficiencia de algún mineral o vitamina.

En dichos casos, acudir a un especialista para poder encontrar la causa de la pérdida de cabello y así evitar que se trate de un caso más grave.