El vapor de Nueva York se ha convertido en algo característico de la ciudad, casi tanto como los rascacielos y los clásicos taxis amarillos; forma parte de la vida del neoyorquino y es un hecho sumamente curioso para los miles de turistas que visitan la Gran Manzana.

El sistema de vapor de Nueva York creado en 1880, es el más grande del mundo. Según New York Times, cuenta con 105 millas de tuberías que recorren toda la ciudad suministrando vapor a 2.000 edificios, empleado para la calefacción, para generar agua caliente y para la refrigeración.

El sistema lleva por nombre Consolidated Edison, y según la cadena BBC opera con cuatro estaciones de vapor y dos que generan vapor y electricad al mismo tiempo.

También resulta muy útil para esterilizar instrumentos quirúrgicos en hospitales, para lavar platos en restaurantes, planchar en las tintorerías o simplemente calentar salones de museo.

Paul Churcher | Flickr (CC)
Paul Churcher | Flickr (CC)

Sin esa red de vapor, quizá la silueta de la ciudad que mezcla antiguos y modernos rascacielos sería diferente: “Nunca habrían construido esos edificios, porque no podrían calentarlos”, declaró Dan Holohan, reconocido por redactar 22 libros sobre el tema, en su conversación con BBC Mundo.

De acuerdo a Telemundo, el vapor suministra energía principalmente a los grandes edificios, entre los que destacan el Grand Central Terminal, la sede de las Naciones Unidas y el edificio Empire State.

Por ejemplo, el World Trade Center (de 540 metros de altura) está conectado a vapor. “El tamaño de una planta de calderas para un edificio tan grande debería ser mounstruoso”, dijo Steve Mosto, propietario de Mosto Technologies, otra empresa que también ofrece sistema de vapor para edificios comerciales.

La tendencia, según Crain’s New York, fue considerada una necesidad en los 80, y fue sumamente alabada ya que redujo la contaminación en la gran ciudad, una situación que desde esa época empezó a afectar otras grandes metrópolis como Londres.

Henning Klokkeråsen | Flickr (CC)
Henning Klokkeråsen | Flickr (CC)

No obstante, las calderas impulsadas por gas natural son la nueva tendencia, NY-Engineers señala que el 72,9% de los edificios prefieren las nuevas calderas, mientras que solamente un 10% depende de Consolidated Edison y Mosto Technologies. Las calderas de agua caliente poseen el segundo puesto con un 13%, el 5% restante corresponde al resto de sistemas de calefacción.

¿Y por qué se suele ver el vapor en la superficie?

Se trata de filtraciones de vapor, el mismo que pasa por las tuberías se escapa a la superficie a través de ‘minichimeneas’ localizadas estratégicamente para no obstaculizar la visión de los transeúntes. También se escapa por las alcantarillas, pero a menor grado.

“Son fugas en las tuberías que necesitan ser reparadas pero no son peligrosas, no es necesario hacerlo enseguida”, explica Allan Drury, portavoz de Con Edison.

Defectos

A pesar de la gran virtud que representa brindar calefacción a edificios de alta embergadura, rascacielos, el sistema también tiene sus defectos.

NY-Engineers también señala que las tuberías a vapor no suelen ser la mejor opción. El tiempo de respuesta suele ser mucho más lento y resulta difícil graduar la temperatura, algo que suele ser muy fácil al utilizar los sistemas más modernos.

Además, suelen promocionar el sistema como “respetuoso con el medio ambiente”, pero según Crain’s New York, Con Ed que eliminó en gran parte la necesidad de chimeneas que quemen carbón o madera, quemó 10 millones de galones de combustible el año pasado, convirtiendo a la empresa en una de las mayores consumidoras de petróleo de la ciudad.

Explosiones

El 19 de Julio de este año una tubería de 86 años y dos metros explotó abriendo un agujero de 9 metros en la calle East 21st de Nueva York, pero nadie resultó herido. Sin embargo, en 2007, un incidente del mismo estilo cerca del Terminal Grand Central mató a una persona e hirió a decenas.

Con Edison, que se ha visto obligada a pagar millones en compensaciones, asegura estar haciendo las mantenciones de seguridad pertinentes en el antiguo sistema de tuberías.

“Continuamos estudiando cambios en los procedimientos y mejoras en los equipamientos que puedan aumentar aún más la seguridad”, aseguró Allan Drury.

Se espera que no se vuelvan a repetir accidentes como los de los últimos años, y tanto turistas como lugareños, sigan disfrutando del particular vapor que se convirtió en parte del encanto de la ciudad.