Mientras la mayor parte de los chilenos esperaba con ansías el partido de Chile-Alemania, un hombre inició una balacera este domingo en el casino Monticello, la que dejó dos trabajadores fallecidos y otros cuatro heridos.

El autor de los disparos, quien posteriormente se quitó la vida, era Osvaldo Campos Azócar, un reconocido médico veterinario que había perdido 17 millones de pesos tras pasar varias horas jugando en el recinto.

El comportamiento de Campos y su adicción a las apuestas, encaja en un desorden conocido como Ludopatía, que según la prestigiosa Clínica Mayo se define como un “deseo irrefrenable de seguir apostando a pesar de los estragos que esto causa en la vida“.

En los ludópata las apuestas estimulan “los sistemas cerebrales de recompensa al igual que lo hacen las drogas o el alcohol”, lo que explica este comportamiento adictivo.

Identificar el desorden tampoco es fácil, pues se convierten en expertos en ocultar el problema y en planificar cómo ganar más dinero para seguir jugando, ya que sienten una necesidad de ir aumentando el monto de sus apuestas.

A diferencia de un jugador normal que se retira al perder, los adictos a las apuestas no se pueden controlar y siguen jugando para recuperar lo que invirtieron. Cuando ya no les queda más remedio que reducir sus apuestas, comienzan a sentirse inquietos e irritable, lo que los puede llevar a episodios de violencia.

10 signos para identificar este trastorno

La Asociación Estadounidense de Psiquiatría (American Psychiatric Association) reunió una serie de síntomas que pueden darse en un ludópata, por lo que si se pueden identificar con cinco o más de ellos, es necesario buscar ayuda profesional.

Cometer delitos para conseguir dinero para jugar.

Sentirse inquieto o irritable al tratar de jugar menos o dejar de jugar.

Jugar para escapar de los problemas o de sentimientos de tristeza o ansiedad.

– Apostar mayores cantidades de dinero para intentar recuperar las pérdidas previas.

Perder el trabajo, una relación u oportunidades en sus estudios o en su carrera debido al juego.

– Mentir sobre la cantidad de tiempo o dinero gastada en el juego.

– Hacer muchos intentos infructuosos por jugar menos o dejar de jugar.

Necesidad de pedir dinero prestado debido a las pérdidas ocasionadas por el juego.

Necesidad de apostar cantidades cada vez más grandes de dinero para sentir excitación.

Pasar mucho tiempo pensando en el juego, como recordar experiencias pasadas o formas de conseguir más dinero con que jugar.

Complicaciones

La ludopatía puede conducir a otros serios conflictos como el aumento de drogas y alcohol, ansiedad, y por supuesto problemas financieros, sociales y legales.

Estos a su vez, puedes ayudar a la aparición de depresión, problemas al corazón e, incluso, al suicidio, ya que no ven salida a las consecuencia de su adicción.