Xochimilco es una red de canales naturales que cruza toda la zona sur de Ciudad de México. Si bien su importancia fue clave para la subsistencia y economía de la zona en el siglo XIX, hoy su relevancia no va más allá de ser un lugar netamente turístico.

Junto a eso, el lugar esconde una serie de secretos que van en directa relación con el Distrito Federal Mexicano. No obstante, uno en particular llama poderosamente la atención de turistas y curiosos, le llaman la Isla de las Muñecas.

Si bien su nombre puede ser relacionado con un lugar para la recreación de los más pequeños, lo cierto es que allí es muy poco probable que los niños y niñas quieran ingresar, ya que su aspecto dista de mucho de ser adorable.

En concreto, la Isla de las Muñecas fue concebida como un lugar de culto por un antiguo campesino, en los lejanos años 50. La leyenda dice básicamente que, atormentado por el espíritu de una niña, esta persona quiso rendirle culto a través de muñecas.

De acuerdo a un reportaje de la cadena estadounidense ABC, todo comenzó en 1952, cuando una niña se ahogó cerca de un islote prácticamente deshabitado. Su cuerpo fue recogido por un señor llamado Julián Santana Barrea, quien lo entregó a las autoridades.

Agence France Presse
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Sin embargo, los restos de la menor de edad nunca fueron reclamados por sus familiares o cercanos, por lo que finalmente el hombre decidió llevarla hasta el lugar y darle cristiana sepultura.

Desde ese instante, se comenzó a erigir la historia de las Isla de las Muñecas, la cual posee partes de fantasía y secciones de realidad. Lo cierto es que todo eso ayudó a crear un verdadero mito en torno a esta zona.

Un leyenda que existe hasta hoy

De acuerdo al citado medio norteamericano, días después de que Santana enterrara el cuerpo, comenzó a percibir la presencia de la niña durante las noches, comenzando a sentir que el espíritu de ella lo atormentaba durante cada instante.

Debido a esto, él mismo decidió amarrar un número de cinco muñecas en algunos de los árboles del islote, como forma de rendir tributo a la menor y permitir que su espíritu lograra descansar en paz por siempre.

Con el paso del tiempo, el hombre comenzó a observar que cada vez llegaban más muñecas hasta la orilla del sector, por lo que constantemente tenía que dejarlas en el lugar, con el objetivo de darle tranquilidad a la memoria de la pequeña.

Agence France Presse
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Se dice que la historia se llevó así hasta el año 2001, cuando Santana apareció muerto en la orilla del islote. Se cree, hasta el día de hoy, que el hombre fue encontrado en una posición similar a la que habría muerto la menor en 1952.

De acuerdo al diario español La Vanguardia, Julián alcanzó a juntar cerca de 1.500 muñecas durante los 50 años que estuvo ligado al islote, las cuales ayudan a configurar uno de los lugares turísticos más tenebrosos en todo el mundo.

Los relatos ligados a la zona sostienen que, tras la muerte del campesino, la Isla de las Muñecas se transformó en algo similar a un lugar de peregrinación en el sur de ciudad de México, ya que allí descansan en paz los “espíritus de los más inocentes”.

En la historia del islote, nunca han faltado las personas que han asegurado que, tras conversar con Julián antes de su muerte, él les aseguró que las muñecas presentes allí podían comunicarse entre ellas.

Otros testimonios, de personas aún más supersticiosas, aseguran que todos los juguetes toman vida por las noches e incluso veneran el espíritu de la menor que murió ahogada allí, hace más de medio siglo.

Julián Santana | La Vanguardia
Julián Santana | La Vanguardia

Lo cierto es que toda esta historia, creada y fomentada a través de los años, ha ayudado a crear todo un imaginario de misterio e incluso terror en torno a La Isla de las Muñecas, la cual es visitada por más de 100.000 personas al año.

Es más, debido al explosivo turismo que ha tenido la zona antes mencionada, desde 2001 a la fecha se estima que el número de las muñecas presentes en el sector se ha duplicado, aunque nunca se ha realizado un conteo exacto por parte de algún ente gubernamental.

Del mito a la realidad: los hechos detrás de La Isla de las Muñecas

Si bien la existencia de Julián Santana está comprobada, hay muchos entendidos que asocian la presencia de muñecas como parte de la elucubración del hombre mientras habitaba la isla años atrás.

De acuerdo al relato del medio inglés Express, el campesino solía tener mucho tiempo de soledad dentro de aquella zona de Xochimilco, por lo que se cree que especuló mucho respecto a la presencia del espíritu de aquella muchacha.

No obstante, hasta el día de hoy no se conoce mayor detalle respecto a cómo fue el deceso la menor en aquel canal, tampoco existe una indicación directa que lleve a localizar su tumba, que estaría ubicada en una zona remota del islote.

Según el citado medio, la historia habría sido creada por Julián para atraer más gente hacia el lugar y, evidentemente, crear un circuito turístico en torno a sus misterios.

Agence France Presse
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Por su parte, los mexicanos encontraron allí un excelente lugar para rendir culto a seres queridos que se fueron “de forma muy temprana”.

De esta forma, el incremento de las muñecas en la isla se dio debido a que los visitantes comenzaron a donar sus propios juguetes de infancia al lugar. Supuestamente, cada uno de ellos representaba un niño que había fallecido dentro de sus familias.

Este sector de Xochimilco se fue llenando de ejemplares a medida que aumentaron los donativos de las personas.

La curiosidad por visitar la isla creció luego que Julián Santana falleciera en 2001. Los más supersticiosos indican que su muerte se produjo de la misma forma en que murió la niña hace 50 años, aunque con los años se indicó que en realidad él sufrió un accidente cardiovascular.

Por estos días, de acuerdo a un reportaje del periódico Mirror, diversas empresas de turismo realizan recorridos guiados hasta el lugar, que sigue sembrando curiosidad entre los visitantes.

La Isla de las Muñecas se localiza a 24 kilómetros al sur de la ciudad de México. Para arribar al lugar, las personas deben tomar un ferry que cruza los canales desde embarcaderos cercanos a la urbe.

De acuerdo a estimaciones de expertos, un recorrido con guía por el lugar dura entre tres y cuatro horas. Se dice que las personas que logren ubicar la tumba de la niña estarán “bendecidas de por vida”, aunque eso -hasta hoy- nunca ha pasado.