Como una manera de autoconocimiento, muchas mujeres se atreven a experimentar la emoción de viajar solas.

Viajar y conocer se transformó en un sueño para muchas personas, en especial, de mujeres que desean experimentar la emoción de una travesía.

Actualmente, las viajeras buscan empaparse de las oportunidades que ofrece el destino, lo que hoy impulsa a un grupo de connacionales a conocer otras latitudes. Donde el autoconocimiento que se experimenta durante el viaje es lo importante.

Paula Gatica, quien trabaja como traductora y editora de textos en inglés, mencionó que ha recorrido Europa a lo largo de un mes. “Siempre me he sentido segura y tranquila. Aunque he aprendido que no hay que contarle a todo el mundo que te encuentras viajando sola”, puntualiza a BBCL.

Es que uno de los mayores riesgos es la seguridad, que implica viajar a otro país.

No obstante, la ex editora de viajes de Los Angeles Times, Catharine Hamm, escribió una columna con varios consejos sobre el tema.

De tal forma, la reportera explica que para elegir un Airbnb o un hotel, sería útil el lugar que tiene más reseñas y las que agrupe varios comentarios positivos. También expresa que lo ideal es evitar los alojamientos o destinos turísticos que se encuentren en una zona aislada.

Sobre el tema de la seguridad, Gatica reconoce que los imprevistos pueden ocurrir en cualquier momento, por lo que hay que tener presente un plan de contingencia. Tal como le ocurrió en una playa en Grecia, cuando dos hombres la abordaron, mientras tomaba el sol.

“Empezaron a preguntarme de dónde eres y que haces acá”. Igualmente, transcurrido unos minutos, sintió miedo porque se encontraba lejos del pueblo donde se hospedaba, así que les pidió que se fueran del lugar.

Los beneficios de viajar

En un punto que no deja lugar a dudas, un viaje es la oportunidad de autoconocerse y “aprender sobre tus límites”, recalca Gatica a nuestro medio. De hecho, los beneficios de viajar sin compañía, permite que una misma pueda decidir por su cuenta y dar el pie para “dirigir el rumbo de su vida”, reconoce la psicóloga Shénhui Lín del Instituto Kintsugi.

En ese sentido, la experta coincide que la mujer viajera se da “el gusto de hacer lo que quiera”. “Aumenta la sensación de plenitud, autonomía y amor propio. Si la viajera desconocía estos aspectos de su personalidad o los creía débiles, el viaje permite aumentar la seguridad en sí misma”, comenta Lín.

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Algo que comparte Gatica, es que un viaje permite abrazar la libertad individual “porque puedes andar a tu ritmo, no tienes que ponerte de acuerdo con nadie”. De esta forma, se trata de un fenómeno que ha crecido desde 2019.

En la actualidad, las cifras de la Subsecretaria de Turismo, afirma que 42,6 % de las mujeres viajeras son de la Región Metropolitana, siendo el destino predilecto Brasil, Perú y Colombia, detalla un estudio de LATAM.

Hoy los viajes en solitario permiten conocer otras personas y culturas, ya que una aventura en el extranjero permite reflexionar sobre el rumbo que toma la propia vida. Por lo mismo, “habrán muchos momentos de silencio que pueden ser aprovechados para una introspección”, complementa Shénhui Lín.

Viajar es adaptarse al cambio

Milagros Bendezú, quien es estudiante de psicología, explica a nuestro sitio, que ha ido más de una vez a Brasil. “La experiencia es muy satisfactoria, te da ese poder que uno como mujer no tiene de andar sola en un lugar desconocido”, reflexiona.

Por otra parte, al igual que los momentos de ocio que son parte de estas experiencias, hay que tomar en cuenta los asuntos prácticos, que pueden escaparse de las manos .

En esta misma línea, Bendezú, se ha dado cuenta que hay que barajar varias opciones cuando se viaja a otro país, ya que es importante adaptarse a la concurrencia de un lugar, la locomoción, etcétera.

La periodista española Jara Bavín, quien acostumbra a viajar a bordo de una furgoneta, sostuvo en una crónica al diario español elDiario.es, que hay que saber orientarse en el pueblo o ciudad que se visite. Además, de conocer “dónde comer, dormir o encontrar una farmacia o un supermercado”.

Respecto a una de las medidas que aplica, la viajera advierte que siempre avisa a sus familiares y amigos directos, cuando le toca movilizarse hacia otro lugar. Y cuenta que no hay nada de raro que una mujer viaje y experimente la libertad de hacerlo: “Hay que tomarse todo el tiempo que haga falta para explicar, a quien lo necesite, que no hay nada de valiente en viajar en solitario sino, más bien, en intentar transitar la vida sabiendo estar a solas con una misma que, al final, es el destino compartido de cada uno de mis viajes”, complementa.