Estas personas han llegado amputarse extremidades o incluso quedarse ciegos, por la intensa sensación.

La discapacidad no es ningún juego y muchos desearían no pasar por ese desafío. Sin embargo, existe un grupo en crecimiento que eligen convertirse en “discapacitados”. Esto se conoce como “transability “, algo así como “Transdiscapacidad”, en español.

En otras palabras, estas personas sienten que una o varias de sus extremidades o funciones de su cuerpo no les pertenecen.

Según explica el portal Nzherald, la profesora de estudios de género y sexualidad, Alexandre Baril, ha analizado este fenómeno y asegura que se trata de personas que no presentan ningún tipo de problema físico, pero que sienten el deseo o necesidad de transformar su cuerpo para obtener una discapacidad.

Y no estamos hablando de un cambio estético, sino que puede ir desde provocarse parálisis a la amputación, pasando por la ceguera o sordera.

One Hand Jason

Este fue el caso de un canadiense que se hace llamar One Hand Jason (“Jason Una mano”), quien tras meses de intentos fallidos, se cortó el brazo derecho con una “herramienta eléctrica” e hizo creer a todos que había sido un accidente.

“Mi objetivo era hacer el trabajo sin esperanza de reconstrucción o reinserción, y quería algún método que realmente pudiera hacer”, dijo al sitio web de modificación corporal ModBlog.

De hecho, el hacer pasar su atentado como un accidente, es un rasgo común en estas personas, quienes además suelen mantener sus deseos en secreto.

Transdiscapacidad, ¿un desorden mental?

Aunque hay teorías al respecto, la ciencia está dividida entre sí se trata de un problema neurológico o un desorden mental. Incluso hay quienes aseguran que es un trastorno probablemente causado por un problema de mapeo en el cerebro.

Chloe Jennings-White es otra persona que siente esta necesidad de convertirse en “discapacitada” y que sueña con un accidente que deje sus piernas sin movilidad ni posibilidad de recuperación.

En 2013, decidió utilizar una silla de ruedas y asegura que todo esto, le trae un “alivio psicológico”.

“Algo en mi cerebro me dice que mis piernas no deben funcionar. Tener alguna sensación en ellas se siente mal”, dijo al Daily Mail.

Clive Baldwin, profesor de Trabajo de la Universidad St. Thomas, entrevistó a 37 personas alrededor del mundo que se identificaban como “transdiscapacitados”, la mayoría de ellos, hombres.

Y si bien el porcentaje mayor deseaba una amputación o parálisis, hubo quien extirpó su pene.

No obstante, en lo que varios coincidían era una sensación descrita también por las personas transgénero, asegurando sentirse en el cuerpo incorrecto.

Pero mientras aumenta el número de personas que se han identificado abiertamente como “trandiscapacitados”, también han subido la resistencia a ellos. Muchos ven incredulidad esta necesidad, mientras que otros aseguran que se hace para reclamar beneficios que las reales personas con capacidades diferentes tienen.