Uno de los involucrados llevaba la camisa de La Casa de Papel, al momento de ser descubierto en el Aeropuerto Ezeiza. En tanto, 2 médicos bolivianos, formados en La Habana, Cuba, en la otra “creativa” modalidad de tráfico de drogas.

El narcotráfico y sus tentáculos. Países que antes contemplaban de lejos su accionar, hoy viven en muy de cerca los embates, con todo y artimañas. Allí es donde entran en juego las denominadas Narcoencomiendas.

Se trata de una modalidad antigua, a no ser por las tácticas nuevas descubiertas por agentes antinarcóticos, desplazados en grandes aeropuertos del mundo.

Los casos ejemplos de esta nota, forman parte de esa estrategia que ha dejado sorprendidos a los expertos en el tema, pero también a la expectativa de los cambios en ese mundo delictivo, a fin de introducir droga de alto nivel de Europa a América o viceversa.

El vino forma parte de esta trama delictual. Su transportación por las miles de terminales aéreas en el mundo, es un factor aparentemente normal, pero no cuando está detrás el “negocio” del narcotráfico.

Narcoencomiendas: transportando éxtasis líquido como “botellas de vino”

El revuelo en Ezeiza, principal aeropuerto de la vecina trasandina, fue grande. Así lo explica en detalle el periódico La Nación, que describió el caso como uno sin precedentes.

El pasado 22 de agosto, en el Aeropuerto argentino Ezeiza, un escaner detectó una imagen que hasta cierto punto parecía normal en el equipaje de un pasajero procedente de Barcelona, España.

Se trataba, aparentemente, de varias botellas de vino, pero los agentes aduanales decidieron inspeccionar a profundidad el asunto.

“Personal de la Sección Unidad de Apoyo Operativo Metropolitana, procedió a efectuar una revisión exhaustiva de las botellas de vidrios halladas en la valija. Como se observó la adulteración de los corchos, se procedió a realizar a un análisis del líquido y se determinó que era éxtasis”, informó en ese momento la Dirección General de Aduanas de la vecina nación.

En efecto, con los análisis correspondientes en la terminal aérea, no hubo duda que se trataba de éxtasis líquido, casi 8 kilos en un total de 3 “botellas de vino”.

El pasajero, quien vestía una polera de La Casa de Papel, prestó colaboración. Admitió ser una “mula”, personas utilizadas por los narcotraficantes para enviar a cualquier parte del mundo sus narcoencomiendas.

Rodrigo E. U., apresado en Ezeiza por introducir éxtasis líquido en 3 supuestas botellas de vino
Dirección General de Aduanas / Argentina

Juicio abreviado y condena por llevar narcoencomiendas a Argentina

Tras ser llevado a una sala privada para prestar declaración por ser una “mula”, Rodrigo E. U., de 36 años, reconoció su ilícito.

Otros agentes, en tanto, preparaban la evidencia líquida que demostraba la modalidad de transportar el éxtasis a territorio argentino. Poco a poco surgieron los detalles de cómo fue que el sujeto accedió a ser parte de quienes transportan las narcoencomiendas.

Dijo que era un electricista, quien salió del territorio sudamericano el pasado 9 de agosto (18 días antes de su regreso y detención en Ezeiza). En su teléfono se encontraron mensajes de WhatsApp del que la justicia argentina calificó como un eslabón superior que dio las órdenes a Rodrigo E.U.

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Con el intercambio de mensajes en los que recibía la orden de recoger la droga sintética y transportarla en supuestas botellas de vino, semanas después llegó la aprehensión del mando superior de una banda de narcotráfico en Berazategui (Sudeste del Gran Buenos Aires) donde realizaron allanamientos y capturas.

“No nos quedamos con la detención de la ‘mula’. Intentamos avanzar sobre los eslabones superiores. A partir del análisis de los mensajes de WhatsApp logramos avanzar sobre las personas que le daban las órdenes al electricista que había viajado a España”, cita la nación a una fuente judicial.

En tanto y debido a la colaboración en el caso, el hombre utilizado como “mula”, fue condenado recientemente a 3 años de prisión por tráfico de drogas.

El éxtasis líquido que introdujo a Argentina, podían fabricarse hasta 16 mil pastillas de la droga sintética que produce cambios en la percepción sensorial y tiene propiedades tanto estimulantes como desinhibidoras.

El éxtasis en las tres supuestas botellas de vino, daban para fabricar hasta 16 mil pastillas de la droga sintética.
Dirección General de Aduanas / Argentina

Narcoencomiendas: médicos bolivianos exportando cocaína en máquina de humo

Ino Suárez es una médica boliviana, que en agosto pasado ingresó por Salta, Argentina, supuestamente a estudiar un postgrado en estética.

Sin embargo, ese mismo mes una empresa de encomiendas recibió un paquete de esta mujer, quien lo enviaba con destino a Australia. Era un calefont, pero en el compartimiento del aparato iban 1.3 kilogramos de cocaína.

La empresa de envíos lo detectó y dio parte a las autoridades. Fue así como le dio seguimiento a Suárez, quien pronto tendría un presunto cómplice: su pareja, colega y connacional, identificado como Jaime Mendoza Justiniano. Ambos estudiaron medicina en La Habana, Cuba.

La Policía Federal Argentina montó una investigación exhaustiva. Sabían que la mujer efectuaría una nueva entrega. Escuchas telefónicas entraron en juego, según informó La Nación.

“De la información obtenida de una de las líneas telefónicas intervenidas se tomó conocimiento de la posibilidad concreta de que Ino Suarez realizara un nuevo envío de estupefacientes utilizando la misma modalidad, lo que efectivamente así sucedió”.

El pasado 23 de noviembre, serían dos narcoencomiendas en su historial. Llevó un nuevo paquete que contenía un máquina de hacer humo. Similar modalidad que la realizada 3 meses atrás.

En uno de los compartimentos del artefacto, 1 kilogramo más de cocaína. Esta vez, Justiniano, su marido, la acompañó en la entrega. En ambas ocasiones la mujer usó una identificación falsa.

Posterior a la recepción del paquete y encontrado el kilo de la droga, los federales le dieron seguimiento por varias calles de Salta, donde tomaron un tren, buscaron un hospedaje nuevo, sin éxito y cenaron.

Momentos después estaban siendo capturados en su domicilio temporal, por narcotráfico. Se les encontraron más de 800 gramos de cocaína, pero aseguraron que estaban en Argentina por motivos de estudio. Sin embargo, no comprobaron su coartada. Ambos tienen un hijo pequeño, que ahora es huérfano de padre y madre dado su actual prontuario.

1.3 kilos de cocaína sería enviados en un calefont hacia Australia y desde Argentina.
Policía Federal Argentina

Un tercer involucrado en las narcoencomiendas de los médicos bolivianos

Las autoridades argentinas descubrieron a un tercer involucrado en las narcoencomiendas que en total serían 3.

Los médicos bolivianos ingresaron exclusivamente, según la acusación judicial, para despachar la droga a tierras australianas. No obstante, un hombre, originario de Misiones se las entregó.

Se trata, según información oficial, de José Rodríguez, quien vive en la frontera entre Misiones (Argentina) y Brasil. El hombre de 44 años, fue capturado en complicidad con Ino Suárez y Jaime Mendoza Justiniano, pero dijo desconocer el contenido de ambos paquetes, ya que trabaja transportando encomiendas.

Su alegato es que un hombre que hablaba portugués, de aproximadamente 40 años, le entregó los paquetes para que salieran de Salta, ya que el cambio de divisa les favorece y resulta más barato.

“Tampoco me llamó la atención el encargo en sí, toda vez que es una labor, que se encuentra dentro de mis tareas [como chofer de remise llevaba paquetes para despachar de sus clientes]. Por eso quiero aclarar que en ningún momento ocurrió algo sospechoso para que yo pudiera dudar del contenido de los pedidos, desconociendo por completo sobre el contenido de los mismos”, declaró.

La policía argentina no le cree. Asegura que se trata de una banda organizada que trafica droga a Australia, donde un kilo puede llegar a valer hasta 200 mil dólares, mientras que en Bolivia 2.000 dólares y en Argentina hasta 10.000 dólares.

Pareja de médicos bolivianos intentó enviar cocaína en máquina de hacer humo y un calefont a Australia.
Policía Federal Argentina / La Nación