La coartada de un femicida quedó anulada cuando una prueba balística ,clave, fue practicada tanto a él como a su hijo, a quien señaló ante las autoridades. El testimonio del infante se sumó a las pericias, desenmascarándolo por completo.

Es una frase que suena en la vecina trasandina: “Mi papá le disparó a mi mamá”. Fue pronunciada por un pequeño niño quien presenció el trágico final de su joven madre.

Con tan sólo 4 años ya era el hermano mayor. Su hermana, de aproximadamente 24 meses, no tiene idea de lo ocurrido a la mujer que también la trajo al mundo.

Los hechos han sido relatados en varios medios argentinos, como TN, donde salieron a la luz detalles de una jornada en la que 3 vidas inocentes quedaron marcadas por la violencia femicida.

Ahora, el único testigo de los hechos, enfrenta un futuro incierto, debido a un presente estremecedor.

El disparo que acabó con una joven madre

Franco Nicolás Cuello es, a simple vista, un policía joven. Estaba destacado en Mendoza, donde también vivía junto a su familia, conformada por dos pequeños niños (2 y 4 años) y su esposa Valeria Ramírez, de 26 años.

El pasado 25 de noviembre, una tragedia asomó a sus vidas. Sobre todo, a las más inocentes en ese hogar. El sistema 911 recibió una llamada de auxilio en el barrio mendocino La Gloria, de Godoy Cruz.

Una voz masculina le explicó al operador que su esposa yacía en el suelo, herida de bala, luego de un disparo accidental. Era Cuello, quien describía los fatales hechos.

Pronto, las autoridades llegaron a su casa, constatando lo ocurrido y escuchando el relato del policía, quien les aseguró que su hijo de 4 años sacó, en un descuido, su arma reglamentaria y disparó de forma accidental contra su madre.

La bala que impactó a Ramírez, entró cerca de la nariz, destrozó su maxilar, salió por el pómulo y llegó a la izquierda de su tórax. Fue una muerte tan inesperada, como dolorosa, en todos los sentidos y ocurrió poco después de ser trasladada a un hospital de la zona.

Sin embargo, para los investigadores en el lugar, algo no cuadraba en el relató del otro uniformado. Tenían mucho por investigar.

Policía argentino mató a su esposa de un disparo y culpó a su hijo de 4 años.
Mendoza Post / Argentina

“Mi papá le disparó a mi mamá”: la prueba que desenmascaró a un femicida

Con la situación sacudiendo la vida de los hijos de Cuello y Ramírez, las autoridades ordenaron rápidamente las pruebas necesarias para esclarecer los hechos.

Habían pasado pocas horas cuando llegaron los resultados de un barrido electrónico (Microscopía Electrónica de Barrido). Se trata de una prueba que, según medios como lanacion.com.ar, consiste en utilizar soportes de carbono adhesivos para detectar residuos en una persona sospechosa de efectuar disparos.

“Si hay residuos de algún material, quedarán pegados al soporte, que es el que se traslada en forma segura hasta el instrumento a utilizar, y donde se analiza la presencia de granos o partículas que sean compatibles con el residuo de un disparo de arma de fuego”, aseguró a dicho medio el experto en el tema, Sergio Giorgieri, profesor adjunto de Química Analítica Instrumental en la Facultad de Farmacia y Bioquímica de la UBA (Universidad de Buenos Aires).

Eso es lo que precisamente desenmascaró al policía mendocino, quien acusó a su hijo de disparar accidentalmente a su esposa. Las pericias detectaron residuos del disparo en su mano, brazos y cuello. El niño fue sometido a la misma prueba, pero no tenía restos de pólvora en sus manos u otra parte del cuerpo.

Pruebas balísticas determinaron que el policía de Mendoza que acusó a su hijo de disparar accidentalmente a su madre, fue quien disparó su arma de servicio contra su esposa.
TN

“Mi papá le disparó a mi mamá”: el inocente que fue señalado injustamente

Por si fuera poco el hecho de ver a su padre disparar contra su madre y perderla en un abrir y cerrar de ojos, el niño de 4 años debió llevar otro peso encima: el señalamiento que le endosó su progenitor, de manipular su arma de equipo y disparar accidentalmente a su mamá.

Sin embargo, con el barrido electrónico descartando la coartada, el policía Franco Nicolás Cuello confesó que fue él quien disparó contra su esposa y no su pequeño hijo. Fue detenido el mismo 25 de noviembre (a pocas horas del crimen).

Inmediatamente, la fiscalía local se abocó a la víctima, quien se volvió su único testigo en los hechos.

En presencia de psicólogos, lo llevaron a una habitación acondicionada para estos casos. En un punto de la charla, el hijo mayor de la pareja hizo la contundente revelación: “Mi papá le disparó a mi mamá”.

Se determinó, además, que hubo una discusión de la pareja poco antes de que Valeria Ramírez muriera a manos del policía del Grupo Especial de Seguridad (GES).

El acusado de femicidio, quedó en prisión preventiva a la espera del juicio en su contra. La fiscal a cargo de la investigación, Claudia Ríos, aseguró que la pelea previa lleva a sostener la hipótesis de la intencionalidad de Cuello en asesinar a su esposa.

El policía que disparó y mató a su esposa, culpando a su hijo de 4 años, espera juicio por femicidio.
El Sol / Mendoza