Una familia argentina de la ciudad de Tucumán está viviendo una pesadilla a raíz del coronavirus. Hasta ahora el grupo ha perdido a tres integrantes: un adolescente de 15 años, su padre y su abuelo.
La historia la contó una mujer de 45 años llamada Ruth Monteros, quien indicó que todo comenzó a fines de mayo, cuando ella se sometió a un test PCR, el cual salió positivo, pese a que ella se encontraba asintomática.
“Esta triste pesadilla empezó el día 27/05, de un hisopado, sin síntomas de COVID. Solo tuve dos desmayos. Éramos cinco integrantes. En menos de un mes, somos dos”, sostuvo.
En su relato, Ruth indicó que la familia tenía un negocio de barrio en la localidad de Santa Ana. Se cree que el brote que afectó a la familia inició en ese lugar.
En ese entonces contrajeron el virus ella, su hijo Alexis Díaz (15), su esposo llamado Juan, su padre de nombre Ramón y su otro hijo de 17 años.
Juan, Ramón y Alexis fueron trasladados hasta un centro médico de la ciudad de San Miguel de Tucumán. El primero de ellos padecía una neumonía bilateral, la cual derivaba de la COVID-19.
Tragedia
La tragedia para la familia inició a comienzos de junio, cuando el abuelo de la familia murió en su casa. En un inicio había sido dado de alta, pero nunca logró recuperarse por completo de la infección.
El tormento continuó el pasado 5 de junio, cuando Juan falleció mientras estaba en terapia intensiva dentro del hospital. Nunca se enteró del deceso de su suegro.
Justo después de eso Alexis debió ser intubado en el hospital de la Unidad de Morelos, debido a la misma enfermedad que había padecido su padre. En ese tiempo su madre también tuvo complicaciones de salud, pero logró salir adelante.
Desafortunadamente el deceso del adolescente se produjo el pasado fin de semana, generando conmoción en la comunidad de Santa Ana.
“Era un chico divino, un alumno excelente. Tenía toda la vida por delante. Estamos destrozados. En los últimos días había presentado una leve mejoría y teníamos una luz de esperanza. Fue un impacto muy duro para todos”, detallaron desde la comunidad educativa.
Hay que señalar que nadie en aquella familia había alcanzado a vacunarse contra la enfermedad, situación que hizo que el brote se saliera de control.
