Tantas denominaciones de iglesias en el mundo como para sorprendernos. Pero, con la que se explica en esta nota, la sorpresa no acaba.
Se trata de la iglesia de Satán, una de las menos mediáticas, pero con adeptos siguiendo las enseñanzas del disidente de los cielos. A ese que se le achaca todo lo malo que ocurre en la vida, tanto en pensamiento como en acciones contra el prójimo.
Esta secta del maligno, surgió en la década de los 60. En 2016 cumplió 40 años de ser fundada por Anton Szandor LaVey, basada en el desencanto a las doctrinas tradicionales que hicieron desertar a muchos al otro lado de la fe. Ese que la religión tradicional considera oscuro y territorio del enemigo espiritual.
Un año después (1967), lanzó sus 10 mandamientos que, para sorpresa de muchos, no tienen que ver con llamado a hacer el mal sin mirar a quien. Todo lo contrario, al menos desde la teoría.
La iglesia de Satán cuenta con página web, con versiones en inglés y español. En estas, hacen publicaciones que guían a su congregación
En la versión en castellano, definen qué es la magia satánica, a partir de lo que llaman la biblia de su fundador (LaVey): “El cambio de situaciones o eventos según la propia voluntad, los cuales, de otra manera, no podrían cambiarse”, explica en parte el artículo.
Si la visita es al sitio en inglés, tienen una gama de apartados en los que se encuentran su historia, noticias, literatura y hasta contacto, por si la gente siente deseos de afiliarse.
Cabe mencionar que esta iglesia tiene un apartado de “Tienda” en alianza con Amazon, en la que puedes adquirir, desde anillos hasta un cráneo humano. Nada de lo que alarmarse; se trata de una réplica en resina.
Los 10 mandamientos de la iglesia de Satán
Cuando el cristianismo se rindió a la norma divina, lo hizo a través de los mandamientos que Dios hizo revelar al mundo, con Moisés.
“No matarás, no robarás, no pronunciarás el nombre de Dios en vano”, etc, están entre el listado de un ordenamiento que, por medio de la fe, el hombre fue instruido y hasta obligado a aprender de memoria para conocer los límites de sus actuaciones hacia el prójimo y para sí mismo. De lo contrario, estaría incurriendo en pecado y recibiría un castigo celestial.
La iglesia de Satán utilizó el mismo método. No lo mandó a escribir en piedra, como su contraparte, pero los ha colgado en el muro de sus redes sociales o página web, para hacerlos valer entre su comunidad.
Entre sus 10 mandamientos figura: “No des opiniones o consejos a menos que te los pidan”, inaugurando la lista, en una de las situaciones que más ha dividido a la humanidad, debido al poder invasivo de los juicios.
El cuarto apartado va en contra de los potenciales abusadores sexuales: “No hagas insinuaciones sexuales a menos que te den la señal de apareamiento”.
El noveno de los mandamientos, reza: “No dañes a los niños”, en momentos en que la iglesia católica ha perdido a gran parte de su congregación por la acusaciones de violación que pesan sobre sacerdotes, monjas y otros miembros.
Los disidentes de la iglesia de Satán
Lucien Greaves, uno de los miembros de la iglesia de Satán, creada por LaVey, decidió tomar camino separado de su doctrina para fundar otra similar, en la que aseguró en una entrevista traducida por el periódico español El Mundo: “Ni creemos que satán exista, ni rendimos culto a la muerte”.
Se trata de una clara contradicción, si se toma en cuenta que esta denominación disidente fue bautizada-irónicamente- como Templo Satánico, que emprendió una campaña para extenderse más allá de sus 5.000 miembros.
“Actividades extraescolares satanistas”, fue promovida no solo en territorio estadounidense. Finlandia, Reino Unido, Italia, entre otros, tienen delegaciones activas e implementan la mencionada iniciativa, cuyo objetivo es promover el pensamiento crítico y la evolución de la ciencia en sus jóvenes miembros.
Es como una escuela de verano auspiciada por el inframundo, pero con la meta de hacer ciencia y conciencia. Sin embargo, ofrecieron libros satanistas para colorear en algunos colegios, generando polémica entre los conservadores.
El rechazo mayor vino cuando tuvieron la intención de erigir una estatua de 2 metros de Baphomet (una representación de Satán) en Oklahoma, de los estados más religiosos en Estados Unidos.
Podría decirse que enfrentan un resistencia lógica entre la sociedad, pero cuentan con un representante demócrata en el senado: el exmarino afroamericano, Steve Hill.
Respetan, como la iglesia de Satán, de la que proceden, la importancia del liderazgo femenino y el derecho al aborto libre.
“Sí que estamos por la igualdad de derechos para las mujeres y somos muy activos en el tema del derecho a elegir. Uno de nuestros principios defiende específicamente el derecho de la mujer sobre su propio cuerpo, y que este derecho es inviolable. En estos momentos estamos implicados en dos juicios para garantizar ese derecho para las mujeres”, aseguró
Pero, si son tan parecidos a la iglesia que dejaron atrás a fin de formar otra para Satán: ¿a dónde radica la diferencia?
“La principal diferencia entre ellos y nosotros es que ellos tienen un sentido muy estricto del darwinismo social. LaVey llegó a decir que él usaba el satanismo para dar a la gente la filosofía de Ayn Rand (el concepto del hombre como un ser heroico, con su propia felicidad como propósito moral de su vida) mediante subterfugios religiosos, y a eso hay que añadir su visión del individualismo muy influida por Nietzsche”.
A LaVey y a su doctrina del maligno, la consideraron tan individualista, que los seguidores de Satán se dividieron en dos partes para deliberar sobre el bien común y el individuo.
“Para él (LaVey), la compasión era una consecuencia de la debilidad. Cuando eres más joven esas afirmaciones pueden tener cierto sentido, pero a medida que maduras, aprendes y ves cómo funciona la realidad te das cuenta de que la compasión y la empatía te hace más fuerte y te ayudan a trabajar en comunidad. Además nosotros trabajamos por la igualdad de todos, cosa que él rechazaba”, afirmó Lucien Greaves.
