Diariamente sentimos diferentes emociones según nuestro estado de ánimo y situaciones que se nos presentan.

Felicidad, temor o tristeza son algunos ejemplos de emociones universales y biológicamente básicas.

Sin embargo, aunque cueste creerlo, existen otras manifestaciones de este tipo que aunque eran sumamente comunes hace algún tiempo, evolucionaron a tal punto que hoy son conceptos diferentes.

1- Acedía

Sarah Chaney, experta del Centro para la Historia de la Emociones, señaló en conversación con BBC Radio 3 que hoy en día la acedía podría ser catalogada como depresión.

Se trata de un concepto sumamente específico que sentían los monjes que vivían en monasterios durante la Edad Media. Quienes la padecían, experimentaban desazón, desgano y especialmente, un fuerte deseo de abandonar la vida santa.

“Estaba específicamente asociada con una crisis espiritual y con la vida en un monasterio”, agregó Chaney.

En tanto, el portal Psiquiatría la catalogó como un término introducido en la Edad Media, y que luego se extendió a toda la cristiandad. “Durante algún tiempo la Iglesia la consideró como un pecado capital”, añade.

2- Frenesí

La experta menciona que el frenesí es otra emoción “medieval”, similar a la ira aunque más específica que el concepto de ira que entendemos en la actualidad.

De acuerdo a Chaney, una persona que experimentaba frenesí en aquella época se habría sentido sumamente agitado, “teniendo ataques violentos de furia, y habría hecho pataletas y mucho ruido”.

En ese sentido, aclara, habría sido imposible sentir frenesí en la Edad Media y quedarse completamente quieto.

La batalla de Agincourt de 1415 (CC) Wikimedia Commons
La batalla de Agincourt de 1415 (CC) Wikimedia Commons

3- Melancolía

Hoy en día la melancolía es definida como un estado anímico permanente y vago, de tristeza y desinterés, que aparece por causas físicas o morales.

“Pero en el pasado, la melancolía era diferente”, puntualizó la especialista. “A inicios del período moderno, se pensaba que la melancolía era una aflicción física que se caracterizaba por el temor“, aseveró.

En la antigüedad, los filósofos creían que el cuerpo humano estaba compuesto de cuatro sustancias básicas, llamadas humores (líquidos). Su equilibrio indicaba el estado de salud de la persona.

De esta manera, las enfermedades resultarían de un exceso o déficit de alguno de estos cuatro fluidos corporales, identificados como bilis negra, bilis, flema y sangre.

Es así como la melancolía aparecía cuando la persona tenía mucha bilis negra. “Uno de los síntomas de la melancolía en ese entonces era el miedo. En algunos casos, la gente tenía terror de moverse porque pensaba que estaba hecha de cristal y se rompería”, detalló Chaney.

4- Nostalgia

La experta mencionó que aún cuando hoy en día hablamos muy frecuentemente del concepto “nostalgia”, cuando comenzó a usarse, “se refería a algo que se pensaba que era una enfermedad física”.

Anteriormente, la nostalgia era catalogada como una enfermedad del siglo XVIII que sufrían los marineros cuyo gran anhelo era regresar rápidamente a casa.

Sin embargo, en la actualidad se relaciona con el sentimiento de anhelo por un momento, situación o acontecimiento pasado.

blogcatedranaval.com
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5- Demencia moral

Acuñado por el doctor James Cowles Prichard en 1835, el concepto de “demencia moral” significaba ‘locura moral’”.

Lo anterior, porque “por mucho tiempo la palabra ‘moral’ significaba ‘psicológica’, ‘emocional’ y también ‘moral’ en el sentido en el que usamos la palabra ahora”, señaló Chaney.

“Él sentía que había un gran número de pacientes que podían funcionar como cualquier otra persona, pero que no podían controlar sus emociones, o cometían crímenes de forma inesperada”, añadió.

Un ejemplo es la cleptomanía, trastorno del control de los impulsos que provoca una necesidad irresistible de robar.

En las mujeres de alta sociedad, esto era visto como un signo de demencia moral debido a que, sencillamente, no tenían la necesidad de robar bienes ajenos.