Durante el matrimonio del príncipe Harry de Inglaterra con la actriz estadounidense Meghan Markle en la capilla de St. George, se realizaron una serie de pequeños homenajes a Diana, la fallecida madre de Harry y William.

Sin embargo, el haber dejado un asiento vacío en primera fila no fue uno de ellos como especularon varios medios británicos.

Así lo señaló revista People, donde aseguraron -para decepción de muchos- que ese puesto no estaba reservado para Lady Di, sino que respondía a otro fin.

Según indican, simplemente se mantuvo ese lugar vacío para que la reina Isabel tuviese una visión perfectamente clara de la ceremonia desde la segunda fila.

Cabe destacar que en la boda del Príncipe William y Kate Midleton, la Reina no necesitó otro asiento porque en esa ocasión estaba sentada en la primera línea.

Pero aunque lo del asiento no fue un homenaje a Diana, sí hubo pequeños detalles que la recordaron. Por ejemplo, se entonó el himno Guide Me O Thou Great Redeemer, uno de los favoritos de Diana y que sonó en su funeral en 1997. De hecho, al oír la canción, Harry no pudo contener las lágrimas.

Por otro lado, Markle, quien es una gran admiradora del trabajo social de Lady Di, también quiso rendirle tributo con su ramo de flores, que llevó las favoritas de Diana, peonías y rosas de jardín blancas.

Asimismo, el anillo de compromiso de Meghan, diseñado por Harry, contó con dos piedras de la colección personal de Diana.

Recordemos que luego de anunciar su compromiso, el príncipe Harry habló sobre la presencia de su madre en la boda. “Son días como hoy en que realmente echo de menos tenerla cerca y perder la oportunidad de compartir las buenas nuevas … Estoy seguro de que ella está con nosotros, sí, ya sabes, saltando de un lado a otro”, dijo Harry en la oportunidad.