Una de las características que más se ha masificado en relación a los gatos es que, a diferencia de los perros, no reconocen sus nombres cuando son llamados por sus dueños.

No obstante, un nuevo estudio llevado a cabo por un equipo de expertos de la Universidad Sophia en Tokio, Japón, sugiere que esto no sería tan así.

Sus resultados, publicados en la revista científica Scientific Reports, indican que si bien los felinos no son capaces de comprender la concepción humana de un nombre propiamente tal, algunos sí pueden reconocer sus apelativos en relación a otras palabras.

Para llegar a esta conclusión, los investigadores estudiaron a 78 gatos, tanto de hogares japoneses como también de cafés temáticos de gatos. El objetivo del equipo, liderado por Atsuko Saito, era descifrar la capacidad de estos animales para reconocer palabras.

La experta mencionó que para este trabajo utilizaron métodos de habituación y deshabituación. Se trata de un proceso por el que ante un estímulo repetido, la respuesta se vuelve cada vez menos intensa.

Fue así como los investigadores descubrieron que, contrario a lo que muchos creen, algunos felinos pueden reconocer la voz de sus amos.

Mustafa ezz | Pexels (CCO)
Mustafa ezz | Pexels (CCO)

Tal como recoge el portal informativo NPR, para llevar a cabo el experimento, uno de los miembros del equipo de la Universidad Sophia comenzó a decir cuatro palabras diferentes, tras lo cual mencionaba su nombre.

Mediante este procedimiento los científicos querían verificar si el gato reaccionaba -moviendo sus orejas, cola o maullando-, si respondía de igual manera que con las otras palabras, o si demostraba respuestas decrecientes a los vocablos que escuchaba antes de su propio nombre.

Paula Calvo, etóloga investigadora de la Cátedra Fundación Affinity Animales y Salud de la UAB y directora de la plataforma Antrozoologia.com, explicó al medio digital español La Vanguardia que diversas personas, incluyendo veterinarios, sostienen que los gatos no comprenden el lenguaje humano debido a que no desarrollan apego por su amo.

Sin embargo, a su juicio los gatos “entienden las palabras, saben su nombre y, sabiendo que les llamas, no acuden porque no les da la gana, porque la mayoría de gatos no desarrolla un alto apego”.

Calvo dice que prueba de ello, es que hay gatos entrenados que sí responden a órdenes, y que incluso trabajan en publicidad o en programas de terapia con animales.