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Recientemente, un hombre murió en Estados Unidos luego de ser arrastrado por una máquina de resonancia magnética tras ingresar a la sala portando una cadena metálica ¿Cómo funcionan estos dispositivos?

El hecho ocurrió en Nueva York, cuando el hombre ingresó a la sala a ayudar a su esposa portando una cadena metálica de 9 kilos.

“La máquina lo giró, lo arrastró y él se golpeó contra ella“, relató la esposa. Cuando un enfermero acudió para ayudar, era demasiado tarde.

Para la jefa de la carrera de Tecnología Médica de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), Vanessa Salas, el incidente pone en evidencia los peligros asociados al uso inadecuado de esta tecnología médica, revelando fallas en los protocolos de seguridad, así como en la capacidad de reacción del equipo de salud.

Los peligros de una resonancia magnética no supervisada

La resonancia magnética es una herramienta diagnóstica ampliamente utilizada por su capacidad para generar imágenes detalladas del interior del cuerpo humano. Sin embargo, implica riesgos importantes si no se siguen rigurosamente las medidas de seguridad.

“La resonancia magnética utiliza campos magnéticos extremadamente potentes. Esta fuerza es suficiente para atraer objetos metálicos con gran velocidad, lo que los convierte en verdaderos proyectiles”, explica la tecnóloga médica.

Los objetos que más reaccionan violentamente al campo magnético son aquellos fabricados con materiales ferromagnéticos, como el hierro, el níquel o el cobalto. Mientras que los objetos livianos, como un alfiler, pueden ser retirados sin dificultad, otros más pesados, como una cadena metálica, representan un riesgo potencialmente letal al ser impulsados con fuerza hacia el centro del equipo.

“El imán del resonador está siempre activo, incluso entre exámenes. Si un objeto metálico entra accidentalmente a la sala, puede alcanzar una velocidad considerable en cuestión de milisegundos, provocando lesiones graves o incluso la muerte. Además, algunos metales pueden calentarse debido a las ondas de radiofrecuencia, generando quemaduras internas o afectando el funcionamiento del equipo”, detalla Salas.

Además, afirma que para este examen es muy importante realizar una evaluación exhaustiva del paciente y sus acompañantes, consultando si tiene implantes, marcapasos, tatuajes, prótesis o cualquier otra condición que pueda implicar un riesgo en la sala.

Así también ocurre con objetos personales, sobre los cuales se debe hacer una revisión minuciosa, tratando de revisar que no porte relojes, llaves, monedas, tarjetas, joyas, cinturones, piercings u otro elemento metálico presente en la ropa o calzado.

“La seguridad no solo es responsabilidad del paciente. El personal de salud también debe cumplir con estas medidas y estar capacitado para reconocer y controlar los riesgos. Es fundamental contar con señalética visible, control de acceso riguroso y una cultura institucional centrada en la prevención”, indica Salas.