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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

Vecinos de Concepción denunciaron a extranjero pescando ilegalmente en laguna Tres Pascualas. Ordenanza prohíbe pesca en cuerpos de agua. Presencia de carpas invasoras afecta ecosistema urbano, deteriora calidad del agua y desplaza especies nativas. Especialista alerta sobre impacto negativo de carpas en biodiversidad acuática y subraya que no aportan beneficios ecológicos reales.

El pasado martes se dio a conocer la denuncia realizada por vecinos de Concepción, quienes dieron cuenta de un ciudadano extranjero que fue sorprendido pescando carpas en la laguna Tres Pascualas, una actividad que está prohibida por ordenanza municipal.

“Nuestro llamado es a no pescar en los cuerpos de agua porque está prohibido y perjudica el cuidado de nuestras lagunas”, señalaron desde el municipio. En efecto, la ordenanza municipal de Medio Ambiente prohíbe la pesca de ejemplares en lagos, lagunas, humedales, ríos y esteros, en concordancia con la ley 19.473 sobre Caza y Pesca.

Así que sí, pescar carpas —o cualquier otro pez— en los mencionados cuerpos de agua es ilegal, por lo que NO debe hacerse. No obstante, esta noticia ha vuelto a poner sobre la mesa un tema no menor: la presencia de especies exóticas invasoras como la carpa común (Cyprinus carpio) en los cuerpos de agua.

¿Qué rol juegan las carpas en el ecosistema?

El Dr. Guillermo Herrera, académico de la Facultad de Ciencias de la Universidad Católica de la Santísima Concepción (UCSC), aclaró mediante un comunicado que estas especies no entregan servicios ecológicos reales.

“La especie no cumple ningún rol en los ecosistemas, solo son ornamentales. Las carpas alteran los sitios donde habitan, se benefician solo ellas. De paso, modifican el hábitat de las especies nativas”, explicó el especialista, destacando que se trata de un problema subestimado en espacios urbanos donde la biodiversidad acuática es frágil y limitada.

Uno de los principales impactos que generan estas especies es el deterioro de la calidad del agua. Según el académico, las carpas se alimentan de vegetación acuática como las algas, las cuales son esenciales para oxigenar el agua.

“Al consumir estas plantas, remueven los sedimentos del fondo y aumentan la turbidez, lo que reduce el oxígeno disponible y afecta directamente a la biodiversidad local”, detalló.

Impacto en la vegetación y especies nativas

A esto se suma que su comportamiento alimenticio y reproductivo remueve la vegetación de fondo, desplazando a peces más pequeños y especies nativas.

“Las carpas, por su forma de vida y alimentación, tienden a limpiar o remover toda la vegetación en el fondo, y con eso alteran el ambiente para otras especies nativas de más pequeño tamaño. Son conocidas por ese efecto de alteración ambiental”, enfatizó el académico.

Aunque algunas personas atribuyen a la carpa un valor estético en entornos urbanos, Herrera advierte que esto no debe justificar su permanencia.

“En un ambiente urbano donde lagunas no son muy abundantes, es necesario cuidar todo lo que pueda estar desarrollándose ahí, pero en términos ecológicos no hay mucho beneficio; por el contrario, existe un daño considerable”, concluyó.