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Resumen generado con una herramienta de Inteligencia Artificial desarrollada por BioBioChile y revisado por el autor de este artículo.

La caída del cabello postparto es un problema común que afecta al 91,8% de las mujeres después de dar a luz, según un estudio reciente. Los signos suelen aparecer entre el segundo y octavo mes después del parto, agravándose con la lactancia prolongada y partos prematuros. Esta condición se debe a cambios hormonales repentinos, donde el estrógeno juega un papel clave.

Un problema frecuente que afecta a muchas mujeres, pero que está invisibilizado en la sociedad, es la caída del cabello durante el posparto.

Se trata de una situación que a menudo se pasa por alto, o se ignora su existencia, sin embargo, es más común de lo que podría pensarse. Una investigación de 2023, publicada en la revista científica, International Journal of Women’s Dermatology, demostró, luego de entrevistar a 331 mujeres, que un 91,8% de ellas experimentaron pérdida del cabello luego de dar a luz.

Según el estudio, los signos más frecuentes comenzaron a notarse 2,9 meses después del parto, hasta el mes 8,1. Además, los datos arrojaron que esta problemática se acentuó más ante una lactancia prolongada y partos prematuros.

¿Por qué se produce la caída del cabello durante el postparto?

Según explica, Sofía Viaux, médico cirujano y directora de Investigación y Desarrollo de Clínica Témpora, especialista en salud capilar e implante de cabello, esta afección ocurre por un cambio brusco en el equilibrio hormonal.

Durante el embarazo, los niveles de estrógeno aumentan considerablemente. Esta hormona tiene un efecto directo sobre el ciclo del folículo piloso, prolongando la fase de crecimiento del pelo (fase anágena). Como resultado, muchas mujeres experimentan una cabellera más densa y brillante durante la gestación.

Sin embargo, después del parto, los niveles hormonales —especialmente el estrógeno— disminuyen bruscamente. Esto provoca que una gran cantidad de folículos entren simultáneamente en la fase telógena, que es una etapa de reposo y posterior renovación del tallo piloso.

En condiciones normales, alrededor del 10% de pelo se encuentra en esta fase, pero en el posparto ese porcentaje puede aumentar significativamente, generando una pérdida más notoria —más de 100 pelos al día. A este fenómeno se le conoce como efluvio telógeno posparto, y es una respuesta fisiológica completamente normal, asegura la especialista.

Cabe destacar se trata de una situación que no es permanente, sino de un proceso transitorio y autolimitado, explica Viaux. Por lo general, comienza alrededor del tercer mes después del parto y puede durar entre seis meses y un año, dependiendo de factores individuales como el estado de salud, el estrés, la genética y la nutrición.

Dado que es un proceso fisiológico, en la mayoría de los casos no requiere tratamiento médico específico. Sin embargo, mantener una alimentación adecuada es fundamental, ya que la lactancia implica una alta demanda de micronutrientes (como hierro, zinc, vitaminas del complejo B y vitamina D). Un déficit en esta etapa puede agravar o prolongar la caída capilar.

¿Cómo afrontarlo? ¿Es posible evitarlo?

Si bien se trata de una afección que afecta a un gran porcentaje de mujeres, no todas llegan experimentarlo. De todos modos, la experta señala que “lo más importante es estar informado y saber que esta situación es común y temporal”.

Revisa algunas medidas que recomienda la doctora para atravesar la caída del cabello:

● Evitar el estrés, ya que puede agravar el efluvio telógeno.

● Mantener una dieta equilibrada, rica en proteínas, vitaminas y minerales esenciales.

● No abusar del calor ni de productos químicos en el pelo durante esta etapa.

● Utilizar peinados suaves que no generen tracción excesiva.

● En algunos casos, el uso de suplementos nutricionales puede ser útil, pero siempre bajo indicación médica.