Los calambres vienen sin previo aviso y generan un dolor tan intenso que puede incapacitarte ¿Existe una forma de prevenirlos? Acá te contamos todo lo que necesitas saber.

¿Es posible prevenir los calambres? ¿Qué hacer durante uno? ¿Tendré que ir al médico? Estas pueden ser algunas de las preguntas que surgen tras vivir un episodio como tal.

Se trata de espasmos musculares que pueden gatillarse en cualquier parte del cuerpo, aunque suelen ocurrir en la zona de la pantorrilla.

De acuerdo a Medlineplus, mientras ocurre, el músculo actúa sin control y no se relaja, sintiéndose muy tenso y como un nudo que se aprieta.

Asimismo, el sitio indica que “algunos espasmos ocurren debido a que el nervio que se conecta a un músculo está irritado. Un ejemplo es una hernia discal que irrita los nervios raquídeos y causa dolor y espasmo en los músculos de la espalda”.

Los calambres pueden aparecer en situaciones comunes como al correr o saltar, al practicar natación e incluso, al simplemente estar acostado en una cama durante la noche. Al presentarse en situaciones cotidianas, da pie a preguntarse cuál es su origen.

¿Por qué ocurren los calambres?

Según un artículo publicado en la revista médica, SciELO, este tipo de contracciones involuntarias suelen afectar en mayor medida a personas sobre los 65 años, deportistas de alto rendimiento y embarazadas.

Además, en pacientes con enfermedades que afectan al sistema nervioso, como polineuropatías o Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), los espasmos musculares ocurren con mayor frecuencia, prolongación y dolor.

Aunque su estudio comenzó a inicios del siglo XX, a la fecha no hay una explicación clara sobre cuál es su origen. Sin embargo, se barajan dos hipótesis.

1. Metabólica: esta plantea que los calambres se producen por una disminución hidroelectrolítica.

2. Neuromuscular: propone que ocurren por un reflejo espinal anormal.

¿Qué hacer para aliviar los síntomas?

Una vez que el episodio haya concluido, quedarán secuelas de dolor y otros malestares. Por ello es recomendable estirar el músculo y masajear el área afectada.

De igual forma, aplicar calor también ayuda a relajar la zona, seguido de la aplicación de hielo para aliviar los síntomas. Sumado a estas medidas, también se pueden utilizar medicamentos antiinflamatorios como ibuprofeno o naproxeno y, en casos más graves, medicamentos antiespasmódicos.

Debido a que la deshidratación es una de las causas sindicadas como causantes de calambres, también se recomienda un consumo habitual de agua. Lo anterior, sumado a bebidas isotónicas, son altamente sugeridas durante el ejercicio de actividades físicas.