Un rasgo físico que comúnmente se asocia a las mujeres chilenas son los muslos gruesos. Aunque a muchas les acompleja, en realidad deberían ser un motivo de celebración, ya que pueden ser una señal de buena salud.

Así como lo lees, pues un estudio reciente publicado por la Asociación Americana del Corazón señala que las mujeres que tienen muslos grandes y fuertes tienen menos probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Tal como rescata la revista Woman’s Health, el amplio sondeo mostró los efectos positivos de tener una combinación de alta masa muscular y grasa en las piernas.

Para llegar a estos resultados, la investigación siguió a 11.463 personas durante 15 años, donde la mitad eran hombres y la otra mujeres. El fin era conocer el impacto de la condición física en la incidencia de accidentes cerebrovasculares y enfermedades relacionadas.

Los expertos concluyeron que aunque la masa muscular es importante para disminuir el riesgo de este tipo de afecciones, la grasa también lo es. Para el análisis se dividió a las personas en cuatro grupos: las con baja masa muscular y baja grasa corporal; las con baja masa muscular y alta grasa corporal; las con alta masa muscular y baja grasa corporal; y las con alta masa muscular y alta grasa corporal.

La investigación mostró que tanto hombres como mujeres con altos niveles de masa muscular evidenciaron menos riesgo de enfermedades vasculares, lo que era bastante previsible.

No obstante, hubo un resultado que sorprendió de los investigadores: descubrieron que las mujeres con menos probabilidades de desarrollar estas enfermedades eran aquellas que tenían alto nivel de masa muscular y alto nivel de grasa corporal.

“Mientras la misma relación de parámetros resulta negativa en el caso de los hombres porque la grasa se acumula en la zona abdominal, cubriendo los órganos vitales, en el caso de las mujeres puede llegar a ser beneficioso porque la grasa se redistribuye de forma homogénea por todo el cuerpo (especialmente en muslos y caderas) y ayuda a la producción de estrógenos durante la menopausia”, consigna Woman’s Health.

El estudio señaló que aquellas mujeres que tenían niveles de grasa corporal alto y masa muscular alta tenían un 42% menos de riesgo de morir a causa de una enfermedad cardíaca que aquellas que tenían baja masa muscular y grasa.

En tanto, las que tenían masa muscular alta y baja grasa corporal no mostraron una ventaja tan significativa como las que tenían harto músculo y grasa a la vez.

Los investigadores creen que esto ocurre porque las mujeres suelen acumular grasa en caderas y muslos, lo que se asocia a niveles más bajos de lípidos y azúcar en sangre.

“A partir de la menopausia y debido a que los ovarios dejan de producir paulatinamente estrógenos, el cuerpo femenino se ayuda de las reservas lipídicas para producirlo. Sin embargo, no todos los estrógenos producidos a partir de grasa protegen igual contra las enfermedades cardiovasculares, siendo el estradiol que se produce a partir de la grasa almacenada en muslos y caderas el más eficaz y protector”, complementa Woman’s Health.

No toda la grasa es igual

Otro estudio de 2019 realizado por investigadores del Colegio de Medicina Albert Einstein y publicado en la revista académica European Heart Journal, indica que las mujeres que tienen más grasa en el “tronco” o parte superior del cuerpo tienen mayor riesgo de aterosclerosis o endurecimiento de las arterias, mientras que aquellas que acumulan más grasa en las piernas tienen menos incidencia de enfermedades del corazón incluso más que aquellas que son delgadas en general.

Para este sondeo recogido por CNN en español, se analizó por 18 años a 2.500 mujeres de entre 50 y 79 años con un rango normal de Índice de Masa Corporal (IMC).

Los datos mostraron que las mujeres que tenían “tanto la grasa del tronco alta como la grasa de la pierna baja (pantorrilla) tenían un riesgo más de tres veces mayor” de sufrir enfermedades cardiovasculares en comparación con las mujeres con poca grasa en el tronco y más grasa en los muslos.

Los investigadores indicaron que “nuestros resultados mostraron que los niveles relativamente altos de grasa en el tronco se asociaron con varios trastornos metabólicos” como problemas de insulina, inflamación sistémica y niveles anormales de colesterol. No obstante, las que tenían más grasa en la parte superior de las piernas, tenían niveles más saludables en estos ítems.

“En comparación con los depósitos viscerales, la grasa de la pierna superior puede liberar concentraciones más bajas de metabolitos potencialmente dañinos”, indicaron los autores.

En este sentido, los expertos creen que es más importante la forma en que se distribuye la grasa que la cantidad de grasa general que tienes para evitar enfermedades.