Los pacientes dentro de espectro autista pueden ser muy diversos, características que suelen relucir en las festividades, por ello es importante seguir algunas recomendaciones para hacer de estas fechas una celebración para todos.

Las expectativas ante la Navidad suelen ser altas en esta época del año, especialmente para los niños, quienes esperan con ansias regalos y compartir con la familia.

Y dentro de este rango etario también se encuentran quienes tienen algún tipo de Trastorno del espectro autista (TEA) quienes no quedan exentos de las celebraciones, sin embargo, es posible que las tomen de manera diferente a otros niños.

Con el objetivo de incitar la integración de todos y hacer de las fiestas de fin de año una celebración, la neuróloga de Clínica Las Condes, Evelyn Benavides, entregó sus recomendaciones para festejar una Navidad con consciencia sobre los pacientes TEA, los que pueden tener necesidades particulares, incluso en las comidas.

La estimulación de decoraciones navideñas

Benavides explicó a BioBioChile que las tintineantes luces y estridente música de la Navidad pueden convertirse en estímulos negativos para los pacientes TEA: “En general, los adolescentes y niños autistas tiene una dificultad en la integración sensorial, es decir, los estímulos luminosos los ven más fuertes de lo que son, así como los auditivos y los táctiles“.

En consecuencia, si un niño dentro del espectro se desregula, lo cual se puede identificar si realiza tics o muecas, explica la profesional, lo recomendable es “tratar de estar en lugares poco ruidosos y poco llenos de gente, que además tengan un espacio de movimiento e interacción más amplio”.

A su vez, se deben evitar las decoraciones con iluminación excesiva, las cuales no deben ser de mayor intensidad a la de una ampolleta.

Otra idea para hacer frente a una crisis es llevar un elemento de apoyo sensorial, tal como un juguete o manta, el cual también sea tranquilizador. Sumado a esto, un adulto que sea de confianza debe estar a cargo de vigilarlo y cuidar de él, y no dejarlo solo.

Esta persona elegida por el propio paciente debe sacarlos del lugar que esté con mucha gente, ruido o luz, contenerlos y explicarles la situación. Acto seguido, se debe hacer lo propio con los familiares si se trata de una cena.

Pacientes TEA y la cena de Navidad

Este puede ser uno de los tópicos más complicados para un paciente dentro del espectro, esto, pues tal como lo explica la neuróloga: “Hay pacientes TEA que son selectivos con la comida, comen algunas cosas y otras no, con distintas texturas”.

Por ello, la recomendación es que si la cena de Navidad se realiza en la casa de un familiar o dentro de casa, se deben considerar los alimentos que el paciente TEA come habitualmente y no cambiar el menú de esta persona.

Sumado a esto, al distribuir los puestos en la mesa, lo ideal es “tenerlo sentado cerca de un lugar del que pueda salir, no en la mitad de la mesa, sino que en un puesto donde tenga posibilidad de salir a un espacio abierto si fuera necesario, y que su persona de confianza esté cerca, por lo que si nota alguna complicación pueda cambiarse de lugar y acompañarlo”.

Todo esto sin olvidar que las personas del espectro funcionan bien socialmente, por lo que estas serían solo medidas de prevención y recomendaciones.

Mantener la rutina

En general, romper la rutina de un niño suele ser contraproducente. En el caso de los pacientes TEA, un cambio en los horarios puede generar episodios o desregulaciones evitables.

Por ello, Benavides recomienda: “Mantener los horarios, no tenerlos despiertos hasta muy tarde, sino que los horarios de sueño y vigilia mantenerlos similares al resto del año. No porque sea un día especial va a estar trasnochando porque si pierden horas de sueño el comportamiento puede verse afectado”, afirmó.

A esto añadió que no se debe cambiar los horarios de toma de medicamentos ni omitirlos: “No porque sea un día de fiesta olvidarse de los medicamentos, sino que sean días similares a los habituales“. Esto, pues, puede conllevar a problemas de control de impulsos, agresividad o de molestia general.

Regalos y el Viejito Pascuero

La creencia en el Viejito Pascuero es una de las tradiciones de las que no están exentos los pacientes de TEA, aunque se crea lo contrario.

Ante esto, la profesional recomienda que si un niño que está dentro del espectro cree en el mítico personaje y tiene hermanos mayores, se les debe advertir de “no sean agresivos a la hora de hacer comentarios sobre las creencias de los hermanos dentro del espectro autista”, esto, pues, pueden gatillar crisis.

Sí se da el caso contrario, la neuróloga sugiere explicarles que se trata de tradiciones y que el personaje es una figura alegórica, esto además del concepto que existe detrás y no mostrarlo como un hecho real y seguro.

La reacción de los niños TEA ante los regalos de Navidad no debe ser el fondo de la celebración, afirma. Por ello, “la recomendación es que no haya muchos regalos al mismo tiempo, y si va a recibir muchas cosas que quería no deben ser recibidas o abiertas a las 12 de la noche, puede hacerse al día siguiente”, esto con el fin de evitar sobre estimularlos.

No obstante, afirma que siempre “deben ser considerados en los ritos familiares porque eso une y ayuda a la integración”.