El actor Colin Farrell compartió en una reciente entrevista detalles de cómo es su vida con James, su hijo de 20 años que padece síndrome de Angelman.
En conversación con People, Farrel dijo querer que el mundo sea amable con el joven: “Quiero que el mundo le trate con amabilidad y respeto”.
Síndrome de Angelman: el diagnóstico del hijo de Colin Farrel
En concreto, la entrevista se dio en el marco de la inauguración de la “Fundación Colin Farrell”, dedicada a personas con discapacidades cognitivas, especialmente adultos, dado que al cumplir 21 años, el paciente no puede optar a ciertos beneficios.
El síndrome de Angelman se trata de un trastorno genético que afecta, principalmente, al sistema nervioso, detalla el Centro de Información de Enfermedades Raras y Genéticas de los Estados Unidos.
El mismo portal gubernamental explica que los rasgos característicos del síndrome incluyen retraso del desarrollo, discapacidad intelectual, discapacidad severa para hablar, problemas con el movimiento y el equilibrio (ataxia), epilepsia y cabeza muy pequeña.
Mayo Clinic detalla que las personas con síndrome de Angelman suelen sonreír y reír frecuentemente, por lo que tienen “personalidades felices y excitables”.
La organización de salud agrega, además, que a pesar de que dicha afección no tiene cura, las personas que viven con ella suelen tener una expectativa de vida casi normal.
El tratamiento está enfocado, más que nada, al manejo de problemas médicos, de sueño y de desarrollo ligados al síndrome, el cual es congénito (desde el nacimiento).
El sitio médico oficial del Gobierno de Estados Unidos, MedlinePlus, señala que no suele diagnosticarse hasta los 6 a 12 meses de edad, que es cuando se notan por primera vez los problemas del desarrollo en la mayoría de los casos.
Según el mismo portal de salud, la sintomatología propia del síndrome de Angelman es la siguiente en recién nacidos y lactantes:
-Pérdida del tono muscular (flacidez).
-Problemas de alimentación.
-Acidez gástrica (reflujo por acidez).
-Movimientos temblorosos de brazos y piernas.
En niños pequeños y niños mayores:
-Marcha espasmódica o inestable (por lo que la fisioterapia puede ser parte del tratamiento).
-Habla muy poco o no habla para nada (por lo que la terapia ocupacional puede ser parte del tratamiento).
-Personalidad feliz y excitable.
-Reír y sonreír con frecuencia.
-Cabello, piel y color de los ojos claro en comparación con el resto de la familia.
-Cabeza de tamaño pequeño en comparación con el cuerpo, parte posterior de la cabeza aplanada.
-Discapacidad intelectual grave.
-Convulsiones (por lo que el uso de anticonvulsivos pueden ser parte del tratamiento).
-Movimiento excesivo de las manos y extremidades.
-Problemas para dormir.
-Interposición lingual, babeo.
-Masticación y movimientos inusuales con la boca.
-Ojos bizcos.
-Caminar con los brazos levantados y las manos saludando.