Los especialistas afirman que incluso después de un año de haberse infectado con el virus del Covid, el cuerpo puede verse afectado por los daños que provoca. Entre ellos generando lo que se conoce como fatiga crónica poscovid.

Durante el último tiempo se ha visto un aumento de casos de contagio por coronavirus, con la particularidad de también provocar lo que han denominado los expertos como “covid largo“.

Este fenómeno consiste en la prolongación de los síntomas provocados por el virus Sars-Cov2 por varios meses después del contagio, los cuales se mantienen presentes incluso después de que este es indetectable.

Sin embargo, uno de los síntomas que más suelen reportar los pacientes es la fatiga o cansancio. No obstante, estos se pueden confundir con otras patologías como el estrés, dado que se acerca el fin de año y con él también el agotamiento de haber pasado un año completo trabajando o asistiendo a clases.

Realizar actividades cansado y sin energía es incómodo y probablemente el rendimiento no sea el mismo, por esto la idea es encontrar una solución, pero antes de eso es necesario conocer el origen.

Síntomas de fatiga crónica poscovid

Para diferenciar si estamos frente a un caso de fatiga crónica poscovid o de estrés, la médico broncopulmonar y Subdirectora Médica de Clínica RedSalud Rancagua, Carolina Herrera y el médico broncopulmonar e internista de Clínica Los Carrera, Martin Pazmiño, coinciden en que el punto de inflexión es haber pasado por un contagio con Covid.

“Tendremos que identificar que tuvimos la enfermedad por Covid y posteriormente a eso empezamos con cansancio que se perpetúa más allá de los tres meses”, explicó el especialista.

Sin embargo, es sabido que este virus se puede manifestar sin provocar síntomas, pero dejar secuelas en el organismo igualmente. En consecuencia, Herrera explica que signos como dolor muscular, falta de concentración, menor sensación de energía e insomnio son señales de fatiga crónica poscovid.

La profesional detalla que estos síntomas se pueden mantener hasta por 12 meses luego de la infección y que se pueden manifestar como un desgano general: “Podemos despertar llenos de energía, con ganas de hacer muchas cosas, pero es como si el cuerpo no nos respondiera”.

El cómo mejorar este tipo de fatiga, la especialista asegura que no existe un medicamento o tratamiento que pueda solucionarlo. Esto ya que es una secuela de la infección por el virus que afecta de manera permanente a ciertos órganos del cuerpo.

No obstante, Pazmiño afirma que “hay evidencia de que la rehabilitación pulmonar hecha por un kinesiólogo entrenado en el tema, puede planificar planes de entrenamiento muscular que van a ayudar al paciente a recuperarse de este síndrome de fatiga crónica”.

A su vez, este tratamiento debe ir acompañado de “mejorar la nutrición, la actividad física y el rendimiento muscular”, agregó.

Signos y señales de estrés

Respecto al estrés que suele acumularse a fin de año, este también puede presentar síntomas similares a los de la fatiga poscovid, tales como insomnio, falta de concentración y dolor muscular.

No obstante, este se puede presentar en conjunto a una infección por coronavirus. Sin embargo, la broncopulmonar detalló que lo diferenciador es el origen de los síntomas.

“Es más neuroendocrino que el covid, que es mucho más bioquímico”, explicó. Otra característica distintiva es el “sentimiento de tensión física o emocional que tiene que ver con preparar al cuerpo para la ‘huida’, para preveer cualquier situación que tenga que significar peligro”, explicó.

De tratarse de estrés, la profesional aclara que este se puede recuperar realizando “actividad física, practicar técnicas de relajación y tener pasatiempos”, lo cual “no aplica para fatiga crónica poscovid”, afirmó.