Al consumir productos provenientes de la tierra, lo mejor es que estén lo más frescos posibles. Es por este motivo, además de los beneficios ecológicos, que muchas personas han decidido armar sus propias huertas en sus jardines, balcones, e incluso interiores. Como señala The Guardian en el artículo anterior, durante la pandemia ha aumentado la demanda de semillas, no sólo en el Reino Unido, sino que alrededor del mundo. En una nota publicada en nuestro sitio, se explican los beneficios de jardinear; los cuales van de la mano con poseer y mantener una huerta.

No importa cual sea el espacio: desde un amplio jardín hasta un par de maceteros en ventanas y/o balcones son más que suficientes. Plantar y cuidar estas plantas no sólo elevará tus preparaciones culinarias (si decides usarlas en la cocina) sino que preocuparte por ellas puede ayudarte a bajar de peso, a bajar tu presión sanguínea e incluso a lidiar mejor con la ansiedad y depresión. Un gran punto a su favor que tienen la mayoría de las hierbas es que pueden crecer tanto en maceteros como tierra. Muchas se pueden congelar o secar para así ser utilizadas a lo largo del año, a pesar de que ya no sea su temporada. A continuación te dejamos 5 plantas que puedes cultivar para aprovechar sus beneficios:

1. Menta

Créditos: Pixabay

La menta es una hierba nativa de Europa y Asia, cuyo sabor suele asociarse a frescor y pastas de dientes. Es una de las plantas aromáticas más populares actualmente, y no sólo por su intenso aroma. Sus hojas son utilizadas en diversas preparaciones, desde aliños para carnes hasta pastillas. Sin embargo, una de las formas más clásicas en que se consume esta planta es en infusión. El té de menta es reconocido porque ayuda a aliviar malestares digestivos como la hinchazón y las nauseas. No hay estudios que se centren solamente en la menta per se, pero sí en varios de sus componentes. En uno de estos estudios, publicado en Pubmed.com el 2018, se relacionó la menta de manera beneficiosa a los niveles de energía. Se estudió a 24 jóvenes saludables durante pruebas cognitivas. Aquellos que habían consumido cápsulas con aceite de menta experimentaron menos fatiga que los demás.

Lo bueno de la hierba de menta es que es fácil de cultivar y cuidar. Es una planta herbácea cuyo tallo se alarga y suele crecer lateralmente (tanto subterráneamente como por la superficie); es por esto que hay que controlar su crecimiento podándola. Por lo mismo, si se decide plantarla en un macetero, es convenible elegir uno ancho y profundo que permita que la planta utilice todo el espacio para crecer. Necesita estar en un lugar con buena iluminación para que tenga un buen crecimiento, ya que la luz le entregará los nutrientes que necesita. En cuanto a riego, debe ser regular y abundante, especialmente en primavera y verano que son las épocas de crecimiento.

2. Albahaca

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La albahaca es una planta muy aromática, que se utiliza mucho en la cocina italiana. Además de ser deliciosa y versátil en la cocina, sus beneficios para la salud son reconocidos a nivel mundial. El Minsal la recomienda para aliviar problemas digestivos y dolores menstruales. Hay diferentes variedades de albahaca, una de las más célebres es la albahaca santa, también conocida como tulsi. Los fitoquímicos que se encuentran en esta variante de albahaca podrían ayudar a proteger y prevenir ciertos tipos de cáncer como el de pulmón, hígado, oral y de piel. La albahaca es una hierba adaptógena que ayuda al cuerpo a lidiar con el estrés.

Esta planta es relativamente sencilla de mantener y cultivar. Necesita temperaturas cálidas, y estar en lugares en las que no hayan corrientes de aire heladas ya que dejan de crecer en los climas fríos. Lo ideal es que le llegue sol, pero no constantemente ya que se puede quemar. Le gusta la humedad, por lo que se recomienda regarla todos los días.

3. Salvia

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La salvia ha sido asociada a los procesos de sanación desde hace siglos, tanto de manera más esotérica, como a través de su humos; y también gracias los beneficios que conllevan su consumo. Sus peludas hojas están llenas de antioxidantes con propiedades antiinflamatorias, con poderosos antioxidantes ácidos carnósico y rosmarínico que, entre sus propiedades, podrían permitir mejorar la memoria. En ciertas medicinas tradicionales, la salvia suele ser utilizada para calmar los sofocos que sufren las personas durante el proceso de menopausia.

A pesar de que existen alrededor de 900 especies de salvia, sus cuidados no varían mucho. Principalmente necesitan tres cosas: abundante luz, buena circulación de aire y tierra con buen drenaje. El tema de la luz siempre suele ser más quisquilloso: si tienes tu salvia fuera, al aire libre, se recomienda ponerla en lugares de semisombra (ya que todo exceso es malo). Sin embargo, si tu planta está dentro, puedes posicionarla en un lugar de luz indirecta y no tendrás problemas.

4. Romero

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El romero es una fragante hierba originaria del Mediterráneo. Se usa como condimento en el mundo de la cocina, para realizar perfumes y cremas, y también consumido en mayores cantidades debido a sus potenciales beneficios para la salud. Científicos han descubierto que esta planta es buena para nuestros cerebros, ya que contiene ácidos carnósicos que, como mencionamos anteriormente, pueden combatir el daño causado en el cerebro por los radicales libres. Un estudio publicado el 2016 identificó que esta hierba protege contra el daño cerebral y mejora la recuperación.

El romero no necesita cuidados excesivos. Al ser nativa de la zona mediterránea, está acostumbrada a pasar por períodos de sequía y luego otros más húmedos; pero nunca en exceso. Hay que regarla lo suficiente para que no se seque. En cuanto a luz, si estamos cultivando un romero dentro de casa, lo ideal sería posicionarlo en un lugar donde reciba abundante sol directo.

5. Melisa

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La melisa, a pesar de ser muy parecida a la menta, es una hierba diferente. Al igual que esta última, tiene muchos beneficios y un delicioso aroma. Entre los usos más comunes de esta planta está la infusión de toronjil para poder conciliar mejor el sueño. En el estudio realizado por investigadores de la Facultad de Farmacia y Centro de Investigación Médica, Universidad Nacional de Chungbuk, en República de Corea y publicado hace cuatro años desarrolló la idea de que la combinación de ciertas hierbas, incluidas la melisa, actúan directamente sobre los receptores GABA (de Gamma Amino Butyric Acid) entregándoles un efecto sedativo mientras, al mismo tiempo, estimula la hormona para “sentirse bien”: la serotonina. El 2013 se publicó un estudio en Complementary Therapies in Clinical Practice realizado en 100 mujeres con menopausia. A algunas se les entregaba un placebo, y a otras melisa con valeriana. Las segundas tuvieron una mejora significativa en su calidad de sueño.

Esta hierba, con su potente aroma cítrico, puede alcanzar hasta un metro de altura. Florecen desde primavera hasta el verano, con pequeñas flores blancas. Luego, en invierno, la parte alta de la planta muere para volver a rebrotar en primavera. Al igual que la menta, es una hierba resistente, y puede vivir a pleno sol pero no prosperará tan bien como si estuviera en semisombra.

Hay que regarla regularmente, recordando que hay dos cosas que no resiste: las heladas y los ambientes demasiado secos.