El diagnóstico es claro, necesitamos hacer mucho más como sociedad, y especialmente el mundo de la empresa, para que nuestros jóvenes tengan oportunidades de aprendizaje laboral y empleo de calidad.

Todas las señales indican que el ritmo de creación de empleo en Chile se está estancando y que la recuperación de los puestos de trabajo perdidos durante la pandemia tardará más tiempo en poder concretarse. Todavía quedan por llenar cerca de 200 mil cupos que nos distancian de los niveles que exhibía el país antes de la crisis sanitaria.

Pero este deterioro no ha afectado de la misma manera a todos los grupos etarios. Son los jóvenes de hasta 29 años y las mujeres quienes se ven más afectados en comparación con el promedio general.

Según datos del Observatorio Laboral del Servicio Nacional de Capacitación y Empleo (Sence), en el trimestre móvil abril-junio de 2019 había 1.827.735 trabajadores en este rango etario, mientras que, en el mismo lapso de 2020, la cifra bajó a 1.313.985. Este año, en el mismo período, el panorama mejoró alcanzando 1.684.812 personas empleadas, sin embargo, todavía quedan por recuperar 143 mil puestos de trabajo en este sector social.

Expertos han coincidido en la injerencia de la pandemia en el menor dinamismo registrado en el empleo en este grupo etario, ya que los largos períodos de confinamiento hicieron que muchos se inclinaran por seguir estudiando en vez de buscar trabajo, especialmente en el caso de aquellos que recién salían de la educación media.

Lamentablemente, esta es una realidad que se repite en distintas partes del mundo, y que perjudica especialmente a los jóvenes, postergando su ingreso al mercado laboral y mermando sus oportunidades de desarrollo. Las cifras al respecto son decidoras. Según el informe del Sence, de los jóvenes ocupados sólo un 28% tiene entre 15 y 23 años.

Nos enfrentamos a un importante desafío que está pendiente hace tiempo y que requiere incrementar el involucramiento del sector privado como actor clave en la generación de empleos. No sólo el Estado a través de sus políticas públicas podrá reducir las cifras de desempleo juvenil, sino que también es rol de las empresas diseñar instrumentos que fomenten la formación de habilidades y competencias que actualmente se requieren en el mercado laboral para atraer nuevos talentos.

En octubre próximo realizaremos el séptimo “Encuentro de Jóvenes de la Alianza del Pacífico”, evento híbrido que reunirá en México a distintos actores del mundo público y privado de la región, incluyendo a Chile, para abordar el desafío de empleabilidad juvenil.

Esta cumbre anual se enmarca en nuestra “Iniciativa Por los Jóvenes”, programa global de Nestlé que pretende alcanzar al 2023 a 10 millones de jóvenes en todo el mundo. Buscamos fortalecer la empleabilidad juvenil a través del vínculo entre educación y trabajo, entregando oportunidades para que logren sus metas de desarrollo y crecimiento, a través de Escuelas de Aprendices, Formación Dual, Estatuto Juvenil, Prácticas Profesionales y Apresto Laboral, entre otros.

Esta instancia será clave para conocer los planes que los gobiernos han definido en torno al mercado laboral, y permitirá construir en conjunto con las empresas y otros actores sociales propuestas en torno a la empleabilidad y el emprendimiento juvenil, poniendo en el centro sus sueños y aspiraciones. Entregar más y mejores oportunidades para las nuevas generaciones fortalece el capital humano de los países e impulsa un crecimiento sostenible e inclusivo.

Juan Esteban Dulcic, director de Recursos Humanos Nestlé Chile.

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