En la Fundación Chile21, realizamos un estudio exhaustivo en el cual evaluamos la toxicidad de más de 12 mil mensajes provenientes de figuras políticas y más de 15 mil de usuarios generales en X, durante el periodo de la campaña constitucional entre noviembre y diciembre de 2023.

La plataforma social X, anteriormente conocida como Twitter, ha experimentado una transformación que la ha convertido en un terreno propicio para la difusión de mensajes tóxicos y cargados de odio.

Mediante el uso de herramientas basadas en machine learning y análisis estadístico, asignamos puntuaciones y generamos nubes de palabras, proporcionándonos valiosa información sobre la problemática de la violencia digital en Chile.

Mensajes tóxicos en campañas políticas

Es relevante destacar que la mayoría de los políticos analizados mantuvieron una comunicación libre de toxicidad durante el período estudiado, evitando ofensas, descalificaciones, malas palabras e insultos.

No obstante, identificamos un 16,9% de mensajes que presentaban algún grado de toxicidad, siendo la mayoría de baja intensidad (72%). Sin embargo, un reducido grupo de políticos logró contaminar la discusión con mensajes violentos.

Ver estudio aquí

Es crucial señalar que, en comparación con los políticos, los usuarios en general demostraron ser mucho más propensos a la violencia y toxicidad, aunque su impacto fue limitado.

La influencia de los mensajes, medida en términos de interacciones y “likes”, no solo está vinculada con la cantidad de seguidores y el nivel de reconocimiento del emisor, sino también con la intensidad del contenido tóxico.

Observamos un uso estratégico de la toxicidad media por parte de los políticos, quienes logran mayor éxito utilizando mensajes de mediana intensidad que aquellos de alta intensidad. Esto crea un ambiente tóxico no necesariamente marcado por mensajes de odio, sino por aquellos que bordean la violencia y provocan respuestas virulentas.

Al analizar la nube de palabras relacionadas con el contenido de los mensajes, llama la atención que pocos se centraron en el texto constitucional, desviándose hacia ataques al gobierno, al presidente Boric, evocaciones a Pinochet, críticas a los comunistas, a los delincuentes, a la seguridad, los “verdaderos chilenos”.

Además, la toxicidad estuvo liderada principalmente por los sectores del A Favor, tanto en políticos como en usuarios en general.

Destacaron en ataques que podríamos catalogar como de odio el diputado Sergio Bobadilla y la ex convencional Teresa Marinovic. Aunque en la lista de los 15 políticos con más mensajes tóxicos predominan los de derecha, se observa presencia de diversos sectores políticos.

Es de destacar que el conocido hashtag #QueSeJodan de la campaña del A Favor elevó la toxicidad del debate constitucional, aunque fue más utilizado por los partidarios del En Contra que por sus propios creadores.

Surge la pregunta: ¿Vale la pena utilizar mensajes tóxicos del adversario para atacarlo, aun sabiendo que empeora el debate?

Las redes sociales pueden ser una herramienta efectiva para comunicar y establecer una relación cercana con los ciudadanos, pero cuando se guían por la ira, el narcisismo y la violencia, pueden transformarse en “el opio de los políticos”, alienándolos de la realidad y contaminando la deliberación democrática.

Es imperativo decir NO a la violencia en las redes sociales.