Pasó más de dos horas retenido por desconocidos.

Ignacio Zamora es el nombre del bombero de Buin que resultó víctima de lo que la institución calificó como un “secuestro”, luego de que acudiese a un llamado de emergencia.

Luego de que ésta anunciase una querella por el crimen, el voluntario relató el episodio ocurrido en el sector de la Puntilla de Lonquén, región Metropolitana, donde acudió junto a sus compañeros en un camión para atender lo que se denunciaba como un atropello en una zona conocida por su inseguridad.

“Llego al lugar y veo que en el suelo se encuentran dos personas. Una que estaba completamente estirada en el pavimento y otra que yacía al lado de esta persona”, narró según lo citó Emol.

Ante esta escena, “le dije a mis compañeros, ‘chiquillos, ustedes no se bajen, voy a verificar la situación en estos momentos, si requiero de apoyo, usted de van a bajar”.

“Me bajé de la máquina, me dirijo al lugar donde está la persona y le consulto si es que ellos mantenían alguna lesión, si es que se requerían la atención de Bomberos. A lo cual ellos, manifiestan que sí, que se habían caído y que uno de sus compañeros no tendría la certeza de dónde se había pegado. Entonces les pregunto: ‘¿me da la autorización para yo poder atenderte?’ Y me dice: ‘sí, ningún problema”.

Fue tras esto que la situación se descontroló: “En eso que lo estoy atendiendo aparecen dos personas más en el cual me salen apuntando con dos pistolas por detrás y una pistola por delante. De ahí, efectuaron disparos al aire y también hacia el material mayor, en este caso, que no sabemos si mantiene daño”.

“En este caso, los muchachos que están en la máquina se dieron a la fuga. Lamentablemente, me tocó ser a mí quien recibió todos los golpes de estos hombres (…) Fueron muchos golpes que recibí, tanto en la cabeza como en la zona lumbar” (espalda baja), explicó.

Tras ello, sus captores -a quienes identificó como chilenos- “me tuvieron retenido aproximadamente 2:20 horas, en donde solamente querían dinero. Lo único que pedían era dinero”.

Finalmente fue liberado, por lo que caminó hasta que fue encontrado por una patrulla de Carabineros.

La situación, expresó, fue “demasiado chocante porque fueron demasiado golpes en la cabeza. Hubo un momento en que perdía el conocimiento, me desorientaba de donde estaba. No sabía lo que realmente estaba pasando y no sabía si de verdad era un sueño o una pesadilla”.