Un nuevo episodio vive la Municipalidad de Santiago luego de que expresara que la evaluación ambiental del proyecto de la Línea 7 de Metro y su tramitación ha sido "sesgada, parcial, insuficiente, incompleta y contraria a la ley.

La alcaldesa de la Municipalidad de Santiago, Irací Hassler (PC), presentó una reclamación desde la corporación ante el Tribunal Ambiental de Santiago en búsqueda de que se pueda revocar la resolución por parte del Servicio de Evaluación Ambiental con respecto al proyecto de la Línea 7 del Metro.

Según lo consignó La Tercera, el municipio presentó 86 páginas contra la resolución emitida por Hernán Brücher, director ejecutivo del Servicio de Evaluación Ambiental quien decidió no hacerse parte de la discusión por las obras de la Línea 7.

Hassler denunció que la tramitación del proyecto de Metro y “todos los impactos significativos sobre los elementos que lo conforman, de acuerdo a toda la normativa aplicable, y no de manera sesgada, parcial, insuficiente, incompleta y contraria a ley como se ha hecho”.

Recordemos, que en los últimos meses, los vecinos del Parque Forestal, con el patrocinio de la Municipalidad de Santiago, se oponen al plano actual de la construcción del tren subterráneo con una inversión de US$2.528 millones, al que le atribuyen un presunto impacto ambiental y en la calidad de vida de los habitantes del sector, por lo que debería ser reevaluado.

Ante esto, y según el Informe Consolidado de Evaluación (ICE) que elabora el Servicio de Evaluación Ambiental la obra “minimiza el impacto en el arbolado de la Plaza Prat, aún cuando el proyecto considera la eliminación de casi la totalidad de la masa arbórea, acción contraria a las medidas asociadas a disminuir las islas de calor producto del cambio climático”.

Por parte de Metro, ante los dichos de la Municipalidad de Santiago, indicaron que se “incorporó una serie de mejoras que eran factibles al proyecto de Línea 7, que permitieron reducir, relocalizar y eliminar algunas instalaciones de faenas con el fin de minimizar el impacto en áreas verdes, mejorar el flujo vial y peatonal, y disminuir la afectación a la comunidad. En conjunto, todas las optimizaciones permitieron reducir en 58% el número de árboles intervenidos y en 24% el área de ocupación superficial“.