Este miércoles, en su tercer día de paro, los gendarmes exteriorizaron su manifestación y realizaron una marcha por desde la expenitenciaria, pasando cerca del Centro de Justicia y llegando hasta el penal Santiago Uno.

Allí se juntaron con otros dirigentes y realizaron una arenga, donde uno de sus voceros enfatizó en que “la lucha está desatada, porque no hay temor en los gendarmes”.

El vocero Marcos Aburto cuestionó el actuar del Gobierno, a quien acusan de no preocuparse de la situación de las personas que deben ingresar a prisión preventiva y que se mantienen en calabozos, sin las condiciones necesarias para garantizar un trato digno.

Respecto al futuro de la movilización, precisó que “no descartamos ninguna medida de radicalización”, como retraso en el horario de visitas a las cárceles o reducción en los turnos éticos.