Era el 17 de mayo de 2018 cuando la señora -cuya identidad se desconoce- alegó ante el Hospital Regional de Talca (HRT). Un auxiliar de la morgue le había cobrado 40 mil pesos por una inyección aplicada -sin consentimiento- al cadáver de un familiar, quien había muerto horas antes en el centro asistencial.
No hubo boletas ni documentos que acreditaran el pago, pero lo que sí hubo más tarde -según acusa- fueron insistentes llamadas telefónicas del mismo funcionario para devolver el dinero.
Lo que también siguió fueron más denuncias por hechos con un modus operandis similar: suministrar (u ofrecer, en algunos casos) formalina a los cuerpos de los pacientes fallecidos con la promesa de evitar la descomposición de éstos, de modo de velarlos más días, a cambio de plata. Siempre 40 mil pesos y sin dejar huellas de la transacción.
¿El dinero dónde iba a parar? Al parecer en los bolsillos del propio auxiliar, pues los procedimientos habrían sido en horario laboral, con recursos del HRT y en beneficio propio. Cobró lo que no debía.
En efecto, en los manuales de procedimientos y protocolos de entrega de pacientes fallecidos no aparece en ninguna parte el proceso referido y éste sólo se emplea para la preservación de muestras en biopsias. En este caso, para fines meramente cosméticos.
Los episodios -que ahora revela BioBioChile- fueron objeto de una investigación de Contraloría y actualmente son motivo de una indagación que está en manos del Ministerio Público.
Y no sólo eso, sino que también el hospital tuvo que recurrir a una medida bien rústica y rudimentaria para evitar que se repita la historia: poner cartelitos en la sala de espera de la morgue con la leyenda “estos servicios son gratuitos”.
Las inyecciones ilegales
Las denuncias quedaron al descubierto este mes, tras un informe publicado por el entidad fiscalizadora.
En el documento consta una serie de acusaciones, entre las que destacan que supuestamente habían trabajadores de la morgue del hospital maulino que dirigían a familiares de pacientes muertos a una funeraria específica.
Tras recopilar los antecedentes respectivos, la Contraloría desestimó las denuncias al no haber pruebas que las sostengan. Sin embargo, terminó descubriendo otras imputaciones que llamaron su atención.
Así las cosas, se inició la recopilación de testimonios. Todos coincidían en el modus operandis y apuntaban al mismo trabajador, cuya identidad se mantiene en reserva y que hoy es investigado por la Fiscalía.
“Se verificó que 2 deudos pagaron la misma cantidad de dinero -$40.000- para que le inyectaran formalina en el cadáver de su familiar, lo cual, según sus dichos, fue ofrecido por un funcionario de la morgue del HRT, -quien habría expresado que con el citado compuesto tendría más días para velarlo-, y por lo cual no recibieron ningún comprobante de depósito o boleta”, consta en el informe de la Contraloría.
En el documento se añade también que “en este contexto, revisado el “Libro de recepción de fallecidos” se constató que los hechos a que se alude en el punto anterior, habrían tenido lugar durante el turno realizado por el funcionario” actualmente indagado.
Si bien no se entregan mayores detalles de los testimonios presentados por los dos deudos a los que hace referencia la citada investigación, se precisa que una de ellos manifestó que en noviembre de 2018, y a raíz de la muerte de otro familiar, a su hija se le ofreció la inyección de formalina, cobrando la misma cifra señalada previamente.
La operación no se llegó a concretar dado que a quien le ofrecieron los servicios no contaba con los fondos para ello.
A esto se suma que el 17 de mayo de 2018, otra denunciante alegó que al retirar un familiar fallecido, la persona encargada de entregar el cuerpo le habría comentado que debía pagar 40 mil pesos en efectivo.
Aquí -según se desprende de la acusación- no hubo una oferta, sino más bien una especie de imposición, puesto que al difunto ya le habían inyectado un fármaco al cadáver para que se conservara.
Al consultar sobre alguna boleta o factura, la persona le comentó que no se entregaba documentación por dicha operación.
De acuerdo por lo descrito por la denunciante, la historia no terminó ahí. El reclamo que había puesto ante el hospital fue respondido mediante un correo electrónico, pero su contenido aún es desconocido: el link -adjunto en el correo- no funcionaba.
Al email defectuoso se sumaba que un funcionario de la morgue la comenzó a llamar en reiteradas ocasiones a su teléfono, para devolver el dinero que le habían cobrado, explicó.
Los cartelitos
A partir de la queja, el Hospital de Talca inició un sumario para establecer responsables, pero -según dijo el director del establecimiento a Contraloría- no se pudo comprobar la efectividad de la acusación. Terminó con el sobreseimiento de los inculpados en junio de 2018.
Una vez concluida la indagación interna se recurrió a una medida rudimentaria aunque practica: instalar cartelitos en la sala de espera de la morgue con la leyenda “estos servicios son gratuitos”.
El director del centro de salud explicó que se hizo con el propósito de poner en conocimiento del público pertinente la situación.
Además, sostuvo que existen informativos instalados en las paredes de dicha unidad respecto de los derechos, deberes y la forma de efectuar los reclamos.
En manos de Fiscalía
Pese a la respuesta del hospital, la Contraloría detectó en el marco de sus pesquisas situaciones similares que afectaron a otros dos deudos, las que aparentemente, no habrían sido consideradas en el sumario antes referido.
“Por lo tanto, corresponde que el HRT instruya un procedimiento disciplinario destinado a dilucidar todos los hechos denunciados, a fin de determinar las eventuales responsabilidades administrativas de los funcionarios que con su actuar u omisión permitieron la ocurrencia de las objeciones formuladas”, sentencia el escrito del órgano de control.
Todos los antecedentes fueron remitidos al Ministerio Público, desde donde confirmaron a BioBioChile la investigación en contra de una persona por estos hechos. Ésta se encuentra en una etapa temprana, por lo que una eventual formalización se ve lejana.
El director del Servicio de Salud del Maule, el doctor Luis Jaime, explicó que no tiene aún los antecedentes del informe, pero que de confirmarse la irregularidad es un hecho grave.
En tanto, Radio Bío Bío contactó al Hospital de Talca, desde el que confirmaron la realización de un sumario pero no quisieron dar declaraciones, debido a la indagación de Fiscalía.